Presione, Atlético, presione

El "Decano", en posición de aspirante el título, visita al complicado Belgrano

Atlético quiere acercarse a Racing. LA GACETA/FOTO DE HÉCTOR PERALTA Atlético quiere acercarse a Racing. LA GACETA/FOTO DE HÉCTOR PERALTA

La pretemporada no sólo sirve para que un plantel se acondicione físicamente y salga “a matar porque sí” después. El trabajo en sí va más allá de correr detrás de la pelota y alrededor de una cancha, evitando cortar por adentro los conitos demarcatorios. La pretemporada es un todo, es planificación, estrategia; es fútbol y también un tablero de ajedrez que casi siempre se juega a ciegas y con la imaginación como enemiga. En este caso, Atlético, que es el que interesa en 25 de Mayo y Chile y a su gente, ha sabido mover sus piezas con la velocidad e inteligencia de quien sabe que debe hacer tres o cuatro movimientos antes que su oponente.

Comenzó esta temporada de la Superliga pidiendo permiso para no caer en la zona del descenso, pero a partir de un handicap de tres puntos fue construyendo una pista de carreras de Fórmula Uno. Y a tres capítulos de despedir la primera y más desgastante parte de su año deportivo, porque entre medio tuvo Copa Argentina y Libertadores, Atlético se ha alejado tanto de sus enemigos directos por la permanencia que el discurso puede ser otro: este grupo, con conocimiento de causa y argumentos técnicos está en condiciones de mirar la tabla de arriba; de pelear por el título de la Superliga. De ganarlo. Vaya que sí.

No está mal que la mesura sea su moneda de cambio. Tampoco está mal que no se diga lo que realmente se piensa, puertas adentro del vestuario, que es soñar con el título, como hasta no hace algunas fechas atrás Bruno Bianchi lo mencionó: “mi sueño es ganar la Superliga con Atlético”. Vaya por él.

Por juego y potencial, el “Decano” puede ser serio candidato a la corona, hoy en poder parcial de Racing, que lo aventaja por cuatro puntos. El mismo Racing que pudo irse ganador en el debut en el torneo en el “José Fierro” y se fue festejando un 2-2 milagroso. Si Leandro Díaz embocaba la red, a centímetros de la línea prometida, la distancia sería de apenas dos puntos. Lástima.

Pero que va, llorar sobre lo que ya no tiene solución no es algo que acostumbre este Atlético. Su solidez como conjunto obrero, como equipo que hace la diferencia siendo un todo y no por sus individualidades (siempre importantes, claro está) lo ha catapultado a merodear la cima, a perder -injustamente- apenas un partido de los 12 que jugó (1-0 con Godoy Cruz), a marcar 22 goles en el certamen y a convertirse así en una de las ofensivas variables más letales del show (todos pueden marcar) , y a seguir, sobre todo, escapándose de su prioridad inicial: el descenso.

Los 25 puntos logrados por los Zielinski boys son un remanso de paz y una inyección anímica hacia ilusionarse con el título. Atlético ocupa el puesto 14 en la tabla del “promiedo”, y lo más importante es que aquellos que lo miraban de arriba antes ahora lo miran de lejos, pero en el fondo; y los que antes estaban debajo suyo, ahora están más hundidos.

A Tigre, el último, le sacó 25 puntos; a Patronato, 18; a Belgrano, al que hoy buscará hundir desde las 19, 17; a San Martín de San Juan, también 17. Matemáticamente, la diferencia con San Martín no puede resolverse aún, porque los de La Ciudadela dividen por una temporada, pero hoy por hoy el “Santo” están en zona de B Nacional. O sea, otro enemigo, el archienemigo, está penando en las llamas.

Lo que resta hasta el brindis de fin de año son tres cruces: hoy con Belgrano, el sábado que viene con San Martín y el 9 de diciembre con Boca. Son nueve puntos que ayudarían a seguir potenciando el sueño de campeonato. ¿O no?

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