El “Gordo” debe declarar por el secuestro de Toro

A una semana de que fuera ordenada su captura, el barrabrava Gustavo González se entregó ayer ante la Justicia Federal. Ya están detenidas seis personas por el hecho, entre ellas su hijo “Vaquita” González. Otro hijo, “Jaimito”, sigue prófugo.

El barrabrava Gustavo “Gordo” González sería llevado a declarar hoy en la causa por el secuestro extorsivo de Margarita Toro, ocurrido el 24 de abril en Villa 9 de Julio. González se entregó a la Justicia Federal ayer, luego de pasar una semana prófugo. El juez federal I, Daniel Bejas, había ordenado su captura y la prohibición de salir del país, así como a tres personas más, después del megaoperativo del miércoles de la semana pasada, en el que fueron detenidos cinco integrantes de la familia Robles de “El Sifón”, por el mismo delito.

Margarita Toro, llamada “la Patrona”, fue secuestrada por cinco hombres que la emboscaron a la salida de su casa en el barrio 130 Viviendas (en Villa 9 de Julio) mientras salía en su camioneta junto a su hermana Verónica y su hija, quienes fueron obligadas a bajar del vehículo. Según la denuncia, la llevaron al Cadillal, donde la habían golpeado. Fue liberada horas después, luego de que su familia pagara $ 500.000.

En su momento, fuentes policiales dijeron que había sido atacada por un grupo que se dedica a extorsionar a narcos, puesto que la familia Toro es investigada por la Justicia en causas de narcotráfico y varios de sus miembros han sido condenados por eso. Margarita Toro ya tiene dos condenas, de cuatro y siete años de prisión, respectivamente. El episodio fue seguido por varios incidentes violentos a lo largo de estos meses.

Ella acusó a la familia Acevedo (el Gordo es hermano de ellos) y a los Robles. Al día siguiente del secuestro, el “Gordo” dijo que no tenía nada que ver. “Sí pasó un episodio, pero no fuimos nosotros”. Relató que días antes hubo un problema porque uno de los Toro (sería Maximiliano Martínez, conocido como “Maxi Toro”) le robó a uno de sus hijos (Esteban Abel “Vaquita” González) una moto de competición.

“Ayer -dijo- nos enteramos dónde la tenían. Volvimos a pedir a la Justicia que actúe antes de que la venda. Tampoco tuvimos suerte. Después, ‘changos‘ de ‘El Sifón’, que nos conocen y son leales a nuestra familia, fueron a buscarla. Como no la encontraron, fueron hasta la casa de ella y la agarraron. Les dijeron que la liberarían cuando la moto apareciera”.

Añadió que “ellos a la noche se metieron en la casa de mi nuera y la golpearon salvajemente. La estaban buscando. Todo el mundo sabe lo que son. A ellos no les importa nada. Tienen plata y poder porque son narcos. ¿O de dónde creés que sacan la plata para tener un Minicooper o un BMW?”

Ese día González dijo que se ponía a disposición del fiscal federal II, Pablo Camuña, pero la orden de captura llegó meses después.

El miércoles 21, se hicieron 17 allanamientos, en los que se detuvo a Víctor Ariel “Pipa” Robles, su hermano Hugo “Barza” Robles; “Vaquita” González (hijo del “Gordo”, calificado en el oficio como “hincha caracterizado de Atlético Tucumán”); Cristian Ariel “Oreja” Lobo y Cristian Venturelli. También fue detenido un menor de edad, cobrador del rescate, quien debido a su corta edad fue entregado a su madre. Además era buscado Andrés “Mudo” Zelaya (31), quien ya se encontraba detenido en una comisaría por otro delito. El comisario federal Carlos Daniel Soria dijo en el informe que la investigación que “no sólo se probó la participación de varias personas en la comisión de un secuestro extorsivo, sino también una pelea de poder para tomar la dirección de la barra del club Atlético Tucumán, y los negocios ilegales que ello implica”.

Esa tarde se ordenó la captura del Gordo, y las de su hijo Gustavo Exequiel “Jaimito” González, Mauro Ramón “Pilo” Benítez y Melina del Carmen Gutiérrez, quienes siguen prófugos.

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