River-Boca: Tucumán, la escala a la final

Vecinos “xeneizes” de Salta pasaron por aquí para volar a España y presenciar el juego.

INCONTROLABLES. Los hinchas de Boca revolucionaron las calles del norte de Madrid durante el banderazo de apoyo al equipo, ayer por la tarde. gentileza gonzalo atenor INCONTROLABLES. Los hinchas de Boca revolucionaron las calles del norte de Madrid durante el banderazo de apoyo al equipo, ayer por la tarde. gentileza gonzalo atenor
09 Diciembre 2018

Mientras en el centro de la capital española, los hinchas de River colmaban la plaza de la Puerta del Sol, bien al norte estaban los fanáticos que apoyarán hoy a Boca. En frente del Hotel Eurostar Mirasierra, donde se alojó el equipo esta semana, miles de personas armaron una fiesta que asombró a todos los madrileños.

Uno de los “Xeneizes” que justamente está en Madrid es Gonzalo Atenor. Un salteño de 28 años que no solo será uno de los representantes del norte de nuestro país en el Santiago Bernabéu, sino que aprovechará el viaje para tomarse sus vacaciones “de verano”.

“Tengo un amigo que vive acá así que alojamiento tenía. No bien dijeron que se jugaba acá me puse a averiguar y conseguí pasajes accesibles y los compré”, cuenta “Gucho”, que pudo evitar la exacerbada suba en el precio de los tickets que experimentó el tramo entre Buenos Aires y Madrid. En realidad, para atenuarlo Atenor hizo “la más larga”: fue de Salta a Tucumán en auto, de Tucumán a San Pablo, de San Pablo a Frankfurt y de ahí, recién a Madrid. Toda una travesía que terminó el viernes por la noche.

Pero Tucumán no solo es una de las escalas para Atenor y los hinchas salteños de Boca. La peña “Tanque Rojas” siempre colabora con los comprovincianos. “Nos facilitan entradas y todo lo que está a su alcance”, cuenta Gonzalo.

Lo bueno, luego de ese viaje interminable, es que Atenor se quedará allí por más de dos semanas. Serán sus vacaciones. Lo único “malo” será que pasará Navidad en los aires, otra de las consecuencias de un pasaje accesible.

Y encima de todo eso, está el partido. ¿Qué más puede pedir?

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