Maduro recibe 13 “no” a su nuevo mandato

La declaración sentencia a las últimas elecciones por ilegítimas y exige al Presidente que transfiera el poder a la Asamblea Nacional. Los cancilleres de varios países americanos instan al jefe de Estado a no asumir nuevamente y amenazan con más sanciones. México evita firmar el acuerdo.

EL GRUPO DE LIMA. Los ministros de Relaciones Exteriores se reunieron en la Cancillería peruana. reuters EL GRUPO DE LIMA. Los ministros de Relaciones Exteriores se reunieron en la Cancillería peruana. reuters
05 Enero 2019

Los cancilleres de 13 naciones del Grupo de Lima (GL) instaron a Nicolás Maduro a no asumir su segundo mandato como presidente de Venezuela el 10 de enero. La postura conjunta fue adoptada ayer en el Palacio de Torre Tagle, sede de la Cancillería peruana. La declaración sentencia que el proceso electoral del pasado 20 de mayo careció de legitimidad y exige a Maduro que le transfiera el Poder Ejecutivo a la Asamblea Nacional.

El GL es una instancia multilateral que se estableció el 8 de agosto de 2017 con el objetivo de dar seguimiento y buscar una salida pacífica a la crisis en Venezuela. Entre otras cosas, exige la liberación de quienes considera presos políticos, pide elecciones libres y ofrece ayuda humanitaria.

Ayer los representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía ratificaron esas exigencias y “su firme condena a la ruptura del orden institucional y del Estado de derecho en Venezuela”. México, en cambio, se negó a desconocer la legitimidad del presidente venezolano.

“La declaración tiene un mensaje político contundente, el principal es el no reconocimiento de la legitimidad del nuevo régimen venezolano”, reseñó el canciller peruano, Néstor Popolizio, en declaraciones al diario El País. De acuerdo con el comunicado, el GL considera que el proceso electoral del pasado 20 de mayo carece de legitimidad por no haber contado con la participación de todos los actores políticos venezolanos y la presencia de observadores internacionales independientes. A causa de esto, los cancilleres pidieron a Maduro que transfiera el Poder Ejecutivo a la Asamblea Nacional para que ésta convoque a nuevas elecciones presidenciales. La Asamblea Nacional, de mayoría opositora, se encuentra neutralizada por la Asamblea Nacional Constituyente. Todos los constituyentes pertenecen al Gran Polo Patriótico (GPP), la coalición que lidera el presidente.

Los ministros de Relaciones Exteriores también amenazaron con medidas contra Maduro si decide seguir adelante con la toma del mando. Las 13 cancillerías pactaron que en ese caso revisarán sus relaciones diplomáticas con Venezuela, impedirán la entrada de altos funcionarios del Gobierno venezolano a sus países y suspenderán cualquier cooperación militar con Caracas.

Además, el paquete de amenazas incluye sanciones económicas. Los países del GL anticipan en el comunicado que evaluarán con criterio restrictivo la concesión de préstamos a Venezuela en los organismos multilaterales de crédito y que animarán a otros Estados a adoptar medidas similares. También decidieron elaborar listas de personas y empresas con las que entidades financieras y bancarias de sus países tendrán prohibido operar.

La crisis humanitaria

Los cancilleres del GL también expresaron la profunda preocupación de sus naciones por el agravamiento de la crisis humanitaria y de salud pública en Venezuela y por sus efectos transnacionales. “Los actos y políticas antidemocráticas, opresoras y dictatoriales practicados por el régimen de Nicolás Maduro han generado un éxodo masivo de migrantes y solicitantes de refugio provenientes de ese país”, fulmina el comunicado.

A pesar de la dureza de esas palabras, los 13 países también renovaron “su compromiso de continuar brindando asistencia a los migrantes procedentes de Venezuela, así como de promover y desarrollar iniciativas de coordinación regional en respuesta a esta crisis”.

En su conversación con El País, Popolizio hizo un llamado a la cooperación internacional con los países afectados por el éxodo de tres millones de venezolanos. “Hemos resaltado la gravedad de la crisis humanitaria para que la comunidad internacional preste el debido apoyo financiero a nuestros países, porque un éxodo de esta naturaleza desborda nuestras capacidades nacionales”, argumentó. Los inmigrantes venezolanos en Colombia ya han superado el millón. Argentina acoge a por lo menos 95 mil venezolanos, según cifras difundidas por el canciller Jorge Faurie en mayo pasado. La mayoría de subsiste en el mercado laboral informal y no logra encontrar un puesto de trabajo correspondiente a su nivel educativo.

La declaración conjunta de los cancilleres del GL culmina con dos pedidos. En primer lugar, solicitaron a todos los integrantes de la Organización de Estados Americanos (OEA) que respalden la aplicación de la Carta Democrática contra Venezuela. En segundo lugar, requirieron a la comunidad internacional que apoye la denuncia contra Maduro que Argentina, Canadá, Colombia, Chile, Paraguay y Perú han hecho en el Tribunal Penal Internacional (TPI) por crímenes de lesa humanidad. (DPA)

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