Boca y un recibimiento a todo trapo

El plantel “Xeneize” llegó a Tucumán para enfrentar a San Martín, con una recepción que quedará en la historia. Desde su arribo al aeropuerto y hasta el hotel de la concentración, los hinchas se mostraron extasiados por la llegada del equipo de sus amores.

EMOCIONANTE. Miles de hinchas le dieron la bienvenida a Boca en un recibimiento extraordinario en el parque 9 de Julio. la gaceta / fotos de diego aráoz EMOCIONANTE. Miles de hinchas le dieron la bienvenida a Boca en un recibimiento extraordinario en el parque 9 de Julio. la gaceta / fotos de diego aráoz
17 Marzo 2019

El parque 9 de Julio fue el escenario de congregación central para miles de almas “azul y oro”, con motivo del arribo de Boca en Tucumán. El otro punto de reunión fue la entrada al aeropuerto “Benjamín Matienzo”, donde se preparaba una caravana para acompañar a la delegación “xeneize”.

El vuelo charter que trasladó al plantel profesional llegó a las 17. Los jugadores y el cuerpo técnico subieron a un bus y fueron secundados hasta el hotel Sheraton por una gran caravana. Hasta hubo algunos que se animaron a hacer el trayecto a pie. Mucho antes, los hinchas que aguardarían el arribo del plantel que dirige Gustavo Alfaro en el parque, comenzaron a llegar pasado el mediodía.

Bombos, redoblantes, banderas, paraguas y aplausos acompañaron la entonación de los cánticos de la hinchada “boquense”. Cómo cada vez que Boca visita la provincia, los fanáticos fueron a hacer el “aguante”. También claro, con la ilusión de tomarse una selfie con alguno de sus ídolos o llegar por lo menos a un apretón de manos.

Una de las agrupaciones que pusieron color fue la de “Tucumán Azul y Oro”. “Boca es mundial, no entiende de distancias”, dice Nicolás, uno de los integrantes. Mientras José, alquiló por un día una habitación con tal de estar cerca del plantel. “Ya lo tenía decidido cuando vi la fecha que venía Boca a Tucumán”, explica.

La lluvia funcionó como un ingrediente emocional extra y que alimentó el sentimiento del hincha. Ese sentimiento que sólo comprende el corazón y que escapa a la razón cuando se intenta explicar por ejemplo, la larga espera para poder establecer algún contacto (aunque más no sea visual) con los integrantes del club de La Ribera.

Los hinchas ubicados en avenida Soldatti usaron distintos métodos para combatir la espera. Entre las bebidas, el mate fue una de los preferidos y los carritos con pochoclos dijeron presente para acompañarlo. No faltó el alcohol para los que querían ganarle al frío. Finalmente el plantel arribó al hotel a las 17.26. Fue entonces cuando se produjo el estallido que dio lugar a un recibimiento increíble al grito del clásico “dale bo’, dale Boca, dale Boca...”. El micro que trasladaba a los jugadores atravesó el vallado de seguridad y fue directo hasta la puerta de ingreso al hotel. Allí se tomaron algunas fotos con hinchas que pudieron llegar hasta ahí. Luego se dirigieron a sus habitaciones. Desde allí, los jugadores observaron a la multitud. Mauro Zárate, por ejemplo compartió en su cuenta de Instagram un video y agradeció la pasión de la hinchada. No fue el único. Por ejemplo Julio Buffarini puso emoticones de aplausos ante la recepción.

Afuera la gente quedó expectante por una posible salida de los jugadores para poder saludarlos, algo que no sucedería pero que podría pasar hoy por la mañana, como sucedió en su última visita.

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