Con la muerte de un joven, ya son tres los homicidios registrados en menos de 60 horas

La víctima estaba conversando con una prima cuando recibió un disparo en el pecho.

22 Abril 2019

Un joven murió después de haber sido baleado en la puerta de una casa en el sur de la ciudad. Fue la tercera víctima de un homicidio en menos de 60 horas, lo que transformó a esta Semana Santa como a una de las más violentas de los últimos años.

A las 14, en el pasaje Florencio Varela al 1.800 de Villa Alem, la mayoría de los vecinos se encontraban disfrutando del almuerzo del Domingo de Pascuas en el interior de sus casas. En la puerta de una vivienda, Jorge Alberto Escobar de 26 años, se encontraba conversando con su prima Dalma (23). Un joven se aproximó hacia ellos y, sin decir una palabra, le disparó al hombre.

Varios vecinos salieron a la calle para ver qué sucedía y encontraron al chico en la vereda. Lo subieron a un vehículo particular y lo trasladaron al hospital Padilla. Allí, los médicos confirmaron que su estado de salud era desesperante, ya que el impacto que había recibido en el pecho había dañado varios de sus órganos. Escobar falleció minutos después.

El agresor intentó escapar ocultándose en una casa de la zona. “No me voy a entregar. Él se la buscó”, gritaba desde el techo de una casa. “Tiempo atrás me atacó y me pegó un balazo en el brazo. ¡Miren! ¡Miren!”, les decía el sospechoso a los curiosos.

Personal del 911 se presentó en el barrio y convencieron al acusado que se entregara. Salió del escondite, entregó un revólver calibre 38 con el que habría disparado a Escobar y fue trasladado hasta la Seccional 9ª. Allí se identificó como José María Gómez, de 20 años y domiciliado en Alderetes.

Pese a que el acusado ya está detrás de las rejas y el arma que se habría utilizado está secuestrada, el caso aún no está resuelto. Queda determinar cuál fue el móvil del crimen. Personal de la División Homicidios, al mando de los comisarios Jorge Dib y Diego Bernachi, sumaron indicios para confirmar que se habría tratado de un ajuste de cuentas.

Hasta el momento no se aclaró cuál fue la razón de esa pelea, pero todas las sospechas indican que habría sido por un caso de robo. El detenido, según confiaron fuentes policiales, tendría numerosos antecedentes por delitos contra la propiedad y hasta hace no mucho tiempo, estuvo alojado en el penal de Villa Urquiza.

“En esta zona nada nos sorprende. Vos estás descansando o almorzando y nos damos con todo tipo de hechos. Ya estamos acostumbrados a ver víctimas corriendo detrás de motochorros o escuchar disparos. Esto es tierra de nadie”, dijo Fernando Castro, vecino de la zona.

Tercer crimen

Los hombres de Homicidios estaban sorprendidos. Ni los más veteranos recordaban haber intervenido en tres crímenes en menos de 60 horas que se hayan producido durante Semana Santa. “No es común, normalmente al tratarse de una festividad religiosa no se cometen muchos delitos, menos homicidios”, indicó un investigador.

La trágica lista comenzó a escribirse el viernes, en el barrio Nicolás Avellaneda III, de Yerba Buena. Lucas Palavecino (21 años) fue ultimado de un disparo cerca las 10 cuando fue a defender a su padre al ser atacado por tres vecinos. La Policía detuvo a tres hermanos que habrían protagonizado el hecho.

Minutos después de que se confirmara la muerte del joven, los familiares y vecinos intentaron hacer justicia por mano propia. Fueron hasta la casa de los acusados y golpearon salvajemente a uno de los sospechosos y agredieron a los policías que intentaban protegerlo para llevarlo a la comisaría, imágenes que aparecen en varios videos que se viralizaron.

El mismo viernes, pero pasadas las 22, cuatro motochorros hirieron mortalmente al rondín Sandro Reyes en el barrio Padilla. La víctima estaba realizando cobranzas cuando fue sorprendido por los desconocidos. Pese a que no se resistió a que lo asaltaran, uno de los jóvenes le disparó.

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