POR ELENA CARMELICH, RED MUJERES HUMANISTAS / TELAM
Lo que sucede en Venezuela permite reflexionar sobre lo que no queremos para un pueblo y una Nación que vive en democracia.
La imagen de una tanqueta pasando por encima de manifestantes que fueron a pedir el cese de usurpación de un régimen dictatorial se hizo viral: recorrió todas las redes y medios de comunicación del mundo. A pesar de lo cual el embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas explicó con cinismo que ese hecho fue un error o un accidente. Peor aún fue escuchar al ex presidente uruguayo José Mujica (quien fue detenido y torturado por una dictadura en su país) recomendar: “No hay que ponerse delante de una tanqueta”.
¿Cómo es? ¿Si la dictadura es de los militares está mal pero si es de un amigo ideológico hay que defenderla? Uno puede entender y respetar cualquier ideología, pero el límite son los derechos humanos, la convivencia pacífica y el respeto por la democracia.
Como miembro de la Red de Mujeres Humanistas en Latinoamérica participé en marzo de 2019 de un encuentro, en Colonia del Sacramento, con más de 20 mujeres de toda América Latina involucradas en la política de nuestros respectivos países. Entre las participantes asistieron dos profesionales y activistas políticas venezolanas. Nos contaron la situación vivida por familiares, amigos, compañeros. Fue desgarrador escuchar su relato en primera persona: mujeres y niños golpeados ferozmente por la policía militarizada, mujeres que han muerto, hijos que no están y otros que han podido conseguir dinero e irse a otro país.
¿No nos llama la atención ver que cada vez son más los venezolanos que están aquí, familias enteras, trabajando y estudiando? ¿Se van porque quisieron hacer una experiencia en el exterior?
En sus relatos, hicieron hincapié en que las mujeres no están exentas de las brutales golpizas que reciben por parte de la Guardia Nacional y que son las mismas mujeres de las fuerzas las que imparten violencia sobre otras mujeres. Estas civiles son las que luchan por el cese de la ocupación del régimen de Maduro en Venezuela, son las que cumplirán un rol fundamental en la reconstrucción de una sociedad libre, democrática y pacífica.
Al terminar ese encuentro consideramos que no podíamos quedarnos calladas. Por eso, las mujeres de esta Red repudiamos el régimen chavista ofreciendo sororidad y solidaridad a todas las mujeres que luchan por sus familias y proclamamos el apoyo y compromiso en la recuperación de la democracia y vigencia de los derechos humanos, y el acompañamiento en esta lucha, ofreciendo a nuestras naciones para darles un hogar. Nos pronunciamos por el cese de la usurpación y la liberación de las 89 venezolanas encerradas por expresarse en contra del régimen.