“Quiero que termine la guerra que ellos empezaron”, dijo un miembro del clan Farías

Comenzó el juicio por un ataque que inició el enfrentamiento entre ambas familias.

EN LA AUDIENCIA. Mario “Mono” Reyna junto a su defensor, José Molina. la gaceta / foto de hector peralta EN LA AUDIENCIA. Mario “Mono” Reyna junto a su defensor, José Molina. la gaceta / foto de hector peralta

“Mirá el daño que me hiciste, y aun así no te reconocí hoy. Ahora estás al frente mío, ¿no te duele el daño que me has hecho? ¿Cuándo te perjudiqué yo? De chiquito te elegí como un hermanito. ¿Por qué nos hiciste esto? ¿Por qué los mataron a Gustavo y a Ezequiel (Farías)? No te odio, no te tengo rencor porque no tengo maldad en mi corazón. Pero vos arruinaste a los chicos”. Ana María Jerez fijó su mirada en los ojos de Mario “El Mono” Reyna al pedirle una explicación de los crímenes y “la guerra” que marcaban a las dos familias de “La Bombilla”: los clanes Reyna y Farías.

La mujer, de 56 años, atestiguó ayer frente al juez de la Sala IV, Emilio Páez de la Torre, sobre el ataque con arma de fuego que había sufrido uno de sus 11 hijos, Gustavo, el 20 de julio de 2016. Se presentó en el marco del juicio contra el líder de los Reyna, quien está acusado de disparar, junto con su hijo Emanuel, a la víctima ese día. Reyna estaba sentado ayer al costado, a la par de su abogado defensor José Molina.

Jerez no tuvo precisión en su relato, pero se abocó a acusar a las dos personas. Dijo que primero había recibido dos tiros del padre y otros dos de Emanuel Reyna, quien fue asesinado tiempo después por Diego Farías, hermano de la víctima. “’¡Matalo, matalo! ¡Si no, te voy a tirar yo!’, le dijo Mario a su hijo Emanuel. Eso es lo que me contó una de mis hijas”, señaló la mujer.

Además, rememoró que la supuesta embestida había surgido de una pelea entre Gustavo Farías y Emanuel Reyna la noche anterior, que incluyó bebidas alcohólicas y marihuana. “Al otro día, mi hijo estaba afuera de la casa. Emanuel lo remató con dos tiros en la vereda de la casa de un vecino, en la zona de avenida Ejército del Norte y pasaje Chile”, relató.

Mónica Farías, de 40 años, se presentó ayer ante al magistrado como pariente del acusado y de la víctima. “Quiero que se haga justicia. Que se termine esta agresión, esta guerra que se ha iniciado por su parte. Queremos vivir bien”, dijo. “Nunca me olvidaré ese día”, contó respecto del ataque. Y agregó que temprano habían hablado con Gustavo y que habían visto que los Reyna estaban reunidos en la esquina de su domicilio. “Cuando nos estábamos yendo con mi hermana a mi casa, en Manantial Sur, sentimos unos disparos. Nunca imaginé que habían tramado algo. Al volver, vi que mucha gente corría y que mi hermano estaba tirado en el piso, en el portón de ingreso de la casa de mi vecino”.

Mónica llevó luego al hospital al herido, quien estuvo internado tres meses (dos meses en terapia intensiva). “Mi hermana, María Luz Farías, lo increpó a Mario Reyna diciéndole por qué le había dado el arma a Emanuel, su hijo”, expresó. La mujer luego manifestaría que “El Mono” le había entregado un arma a su hijo.

Las hermanas remarcaron, a diferencia de la madre, que Emanuel Reyna habría efectuado los disparos mortales hacia Gustavo Farías. Ambos jóvenes fueron asesinados en medio de la pelea de las bandas.

Los Reyna y los Farías están enfrentados y, a la vez, unidos por lazos familiares. “El Mono” mantiene una relación sentimental con Lorena Herrera, quien había sido pareja con el primo hermano del acusado, Walter Juárez, según dijeron los declarantes. “Esta pelea se inició con esa relación, lo que llevó a la separación de familia. Esta mujer mató a mi tío (por Juárez). No sabíamos entonces que ya eran amantes con Mario. Supimos cuando expusieron la relación”, destacó. “Gracias a Dios, la Justicia hizo una buena investigación y se comprobó que son clanes, una de las tres bandas más grandes de Tucumán. Pero nosotros siempre los respetamos”, añadió.

La defensa

Mario Reyna dijo ayer que no había tenido participación en la embestida con arma de fuego contra Gustavo Farías. Contó que había abierto su negocio (distribuidora de bebidas) alrededor de las 9. “Estaba con un muchacho que hacía un trabajo de herrería”, dijo. Relató que su hijo había aparecido en un momento de la mañana y que le habría contado lo que había hecho.

El defensor explicó que el local comercial tiene dos aperturas, tanto por Chile como por Juan José Paso. “Mario Reyna no sabía hasta esa mañana qué había pasado la noche anterior. En teoría, que Gustavo Farías habría intentado abusar de Emanuel y que lo increpaba para sacar bebidas alcohólicas. Emanuel en su declaración de imputado (en vida) había dicho que el enojo había sido por ese intento. También declaró que había comprado un arma y que fue quien le disparó a Farías”, remarcó .

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