Boca, un grande que no hace goles

Ayer sumó su tercer 0-0 consecutivo.

EL ÚLTIMO GOLEADOR. Tevez, que en la foto intenta recuperar la pelota, marcó el último gol para Boca ante Paranaense.  EL ÚLTIMO GOLEADOR. Tevez, que en la foto intenta recuperar la pelota, marcó el último gol para Boca ante Paranaense.
20 Mayo 2019

BUENOS AIRES.- Es cierto, no los recibe pero en este momento preocupa más los que no hace. Goles, hablamos de goles, eso que el hincha de Boca quizás ya no sepa qué significa porque hace 272 minutos que no convierte uno.

“Necesitamos mayor eficacia”, admitió Gustavo Alfaro después del 0-0 ante Argentinos, por el partido de ida en las semifinales de la Copa de la Superliga. Fue el tercer 0-0 consecutivo para Boca, que en cuartos de final eliminó a Vélez por penales, luego de una serie sin goles.

El último que hizo fue el agónico 2-1 sobre Athletico Paranaense, en la Copa Libertadores. El último que recibió también fue ese día. Justo antes de ese partido, había igualado 0 a 0 contra Rosario Central en la Supercopa Argentina (la que terminó ganando por penales).

Igualmente repetimos: el análisis incluye un reconocimiento a su crecimiento defensivo pero su propio entrenador lo dice: “El empate me deja sabor a poco”. Boca, el equipo de los millones de dólares, no vive de los 0 a 0.

Sus delanteros, encargados principales de anotar, parecen estar enfocados en cualquier otra cosa menos en esa tarea. Darío Benedetto, más pendiente de pelearse, por ejemplo. Ayer, tras recibir un foul de Jonathan Sandoval, le preguntaba de manera soberbia: “¿Quién sos?”.

Mauro Zárate, que ayer entró desde el banco, parece no haber dejado atrás el escándalo mediático que armó en la serie ante Vélez con sus declaraciones. ¿Goles? No, tampoco.

Por último, Carlos Tevez, el autor del último gol de Boca, elabora análisis extraños. “Me gustó mucho el partido que hicimos”, dijo tras un 0-0 que por momentos se hizo muy difícil de mirar. “Erramos muchos goles, muchos mano a mano”, agregó. Habría que ver qué considera “muchos”, porque si bien el equipo de Alfaro tuvo chances, le costó bastante generar peligro.

“No se pudo jugar bien porque la cancha es muy chica”, explicó sin ningún tapujo Lisandro López. El defensor merece todo el reconocimiento por mantener la valla en cero junto a Esteban Andrada, pero su análisis es un canto al lugar común y las excusas. Al menos de las que no debería tener un equipo grande.

Con un triunfo (de cualquier marcador) avanzará a la final de esta Copa de la Superliga pero para eso deberá anotar. Empatando 0 a 0 deberá seguir encomendado a los benditos penales.

Además, Argentinos dio muestras que puede hacer daño tras un resultado como este. En la ida de cuartos, repitió este marcador en su estadio y terminó complicándole la vida a Gimnasia La Plata con un gol en El Bosque. A partir de allí, ganó la serie (2 a 1, en el global). (Especial)

Comentarios