01 Junio 2019
FRANCOIS DE GROSSOUVRE. Es un francés que se dedica a esta actividad y actualmente está radicado en Tucumán.
La cetrería es la actividad de cazar con aves rapaces entrenadas, especialmente con halcones, azores y otras aves de presa, para la captura de especies de volatería o de tierra. Biológicamente, se trata de una simbiosis entre hombre y animal, una relación en la que ambas especies se benefician; actualmente, en el mundo y en la Argentina se la utiliza para el control de plagas aviar.
En este caso LA GACETA Rural entrevistó a François de Grossouvre, un francés que se dedica a esta actividad y actualmente está radicado en Tucumán.
- ¿Por qué eligió Tucumán para dar el servicio de cetrería?
- ¡Porque me enamoré de una tucumana! Llevaba 20 años trabajando como guía de safaris en Tanzania, y fuera de mis temporadas en África volaba halcones peregrinos en España. Al llegar a Tucumán me doy cuenta que nadie ofrecía control biológico de aves en el Norte Argentino, aunque hay muchos problemas de daños en los cultivos, viñedos y frutales por las palomas, loros y cotorras.
- ¿Qué usos se le da a la cetrería en la agricultura y ganadería?
- Evitar que las aves se instalen en un campo para alimentarse del fruto del trabajo agrícola, o del forraje que se da a los animales. Hacer volar y trabajar halcones o gavilanes tiene un fundamento biológico sólido. Las aves no se acostumbran nunca al ataque de sus depredadores naturales. Mis halcones vuelan uno después del otro en actitud de caza, persiguiendo cualquier ave que quiere posarse en la parcela que estoy tratando. La diferencia con un halcón salvaje es que no cazan una vez por día en un territorio de miles de hectáreas, pero vuelan durante todo el día centrado en el lugar que estamos protegiendo. Ningún pájaro puede entrar en la parcela sin ser atacado por un halcón, por lo que tienen que irse a buscar otra fuente de alimento.
Además de la protección contra el peligro aviar en los aeropuertos del mundo, este método 100% respetuoso del medio ambiente está muy desarrollado en Europa y Estados Unidos, para proteger todos los tipos de cultivos experimentales o intensivos.
ALERTAS. Los halcones vigilan su zona y no dejan acercar a ningún ave.
- ¿Cómo entrena los halcones?
- El adiestramiento de las aves rapaces es un arte que lleva más de 2.000 años, y está reconocido por la Unesco como patrimonio universal de la humanidad. Se puede resumir en dos puntos muy importantes: la confianza que desarrolla el halcón con el cetrero, y su bienestar físico y mental sobre cual se apoya esta confianza. Son muy importantes la alimentación, tal como los vuelos diarios o la calidad de las instalaciones que requieren estas aves en cautiverio.
No se improvisa, y hay que seguir las etapas necesarias para lograr que el ave de presa se queda con el cetrero y vuele con él.
Concretamente, el adiestramiento requiere varios meses de trabajo diario. Una vez que el halcón esta “adiestrado “, volando libre y cazando con el cetrero, cada ave de presa representa entre 3 y 5 horas de cuidado y de mantenimiento diario.
Una de las preguntas que mucha gente me hizo es si vendería uno de mis halcones adiestrados. No es tan simple. El cuidado diario de un ave rapaz son miles de gestos y detalles que uno tiene que aprender. Además de eso, un halcón, sin su cetrero, no puede volar. Siempre sigue salvaje, y el adiestramiento está basado sobre la confianza y el reforzamiento positivo. Debo estar yo al lado del halcón. El ave no dejaría a otra persona acercarse, y menos volaría y seguiría a otro en el campo. Es también la magia de este arte. Un perro o un caballo pueden responder con otra persona, un halcón solo con la persona que lo sirve a diario. Digo servir porque realmente se trata de eso. Darle al halcón lo que necesita cuando lo necesita. Tomar el sol, volar, cazar, acceso al agua. Tiene que pasarla bien, porque si no es el caso se va con otro rumbo, para no volver, cuando lo sueltas o se enferma y se muere.
- ¿Los halcones locales sirven para usarlos en cetrería, y por qué?
- No, porque el halcón tiene que ser criado en cautiverio, en un criadero registrado por la Dirección Nacional de Fauna y Flora.
La captura de aves rapaces está estrictamente controlada. Cada ave de presa tiene que ser anillada y registrada.
Es la Convención Internacional de Washington, la convención “Cites”, firmada también por Argentina, que regula, entre otras cosas, el comercio y la detención de especies de fauna y flora silvestre.
Luego, hay un abanico grande de especies que sirven, criadas en cautiverio.
La cetrería se define como el arte de capturar una presa salvaje con un ave rapaz adiestrada. La elección de un ave o de otra depende del terreno y del tipo de presa que uno busca.
APOYO TÉCNICO. Distintos elementos que el “cetrero” utiliza en su trabajo.
Conclusión
Cuando en los años ‘70, los “halcones peregrinos”, tal como otras aves de presa, casi desapareció por culpa del DDT. Y es gracias a los cetreros que se pudo reintroducir en la naturaleza individuos preparados para sobrevivir solos. También el desarrollo de la crianza en cautiverio permitió estudios genéticos y una base para entender más sobre estas aves.
La cetrería lleva más de 2.000 años de historia en el mundo. En francés hay más de 500 palabras que vienen directamente de este arte, de las cuales algunas pasaron en el lenguaje común y siguen usadas, por ejemplo débonnaire, que se dice de una persona de buen carácter. Un halcón de bonneaire significa un halcón de buen nido, un halcón bien criado.
Los primeros que han entendido el proceso de la muda, el cambio anual de plumaje, tal como la manera de cazar y la alimentación de las aves de presas, son los cetreros que convivían con sus aves.
Creo que, en nuestra época, es muy importante seguir interactuando con la naturaleza, no solo como observador sino también como actor. Trabajar con un ave de presa representa mucha labor, paciencia para vivir de vez en cuando, un momento de gracia y de belleza absoluta. Los halcones son aves nobles y fascinantes, no son mascotas y si no desarrollan ningún tipo de afecto con el cetrero, como lo haría un perro, ofrecen algo más fuerte todavía: la confianza, sin renunciar a su identidad profunda. Todo el arte del cetrero consiste en construir una relación con su ave, servirlo a diario para que desarrolle todas sus aptitudes tal como lo haría en la naturaleza.
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