Relatos reunidos de Jeffrey Eugenides

Personajes que sorprenden y molestan.

09 Junio 2019

COMPILACIÓN

DENUNCIA INMEDIATA

JEFFREY EUGENIDES

(Anagrama - Buenos Aires)

Nacido en Detroit en 1960, de ascendencia griega, Jeffrey Eugenides goza ya de buen reconocimiento en el ámbito de las letras estadounidenses. Su aclamada novela Las vírgenes suicidas fue llevada a la pantalla grande por Sofía Cóppola, y logró consolidar su reputación con dos novelas más, Middlesex (Premio Pulitzer 2003) y Trama nupcial.

Denuncia inmediata es su primera colección de cuentos y reúne diez extensos relatos.

No todos los buenos novelistas tienen igual éxito en la ficción corta, ni viceversa. Si bien, es de destacar la construcción de personajes, diálogos vívidos y novedad en la temática -que aborda problemáticas muy actuales- la colección es irregular. Los cuentos fueron escritos en distintas épocas, desde 1996 en adelante. Los hay muy buenos, y otros, que no terminan de convencer.

Por citar los mejores, “Quejas” es el relato de dos mujeres que mantienen una amistad de décadas, hasta que una muestra síntomas de demencia senil: “Demencia’ no es una palabra bonita. Suena violenta, invasiva, como si tuvieras un demonio vaciándote el cerebro a paladas, lo cual, en realidad, es lo que es” (pág. 17). En “Correo aéreo” un joven postrado por la disentería en una playa Tailandesa, escribe cartas a sus padres y siente revelaciones místicas, durante el proceso de deterioro físico: “Es increíble la cantidad de energía que exige la digestión. Más que una extraña penitencia, el ayuno es un método sano y científico para aquietar el cuerpo, de apagar el cuerpo…” (pág. 57).

“Huertos caprichosos” es una narración abierta, con una cualidad de ensoñación y cuatro personajes que entran y salen a un jardín, de donde cosechan alcachofas frescas para una cena frugal y feliz. El cuento que cierra el libro y le da el título, “Denuncia inmediata”, muestra una situación muy compleja de acoso sexual.

A pesar de los altibajos narrativos, los personajes logran despertar empatía, sorprender e incluso molestarnos, lo que es un síntoma de su efectividad.

© LA GACETA

MARÍA EUGENIA BESTANI

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