La vida de Inés Nieto cambió de la noche a la mañana. Desde que se encargó de difundir el caso de la muerte de su hermana, debe cargar una y otra vez la batería de celular. “No me para de sonar todo el día. Me llaman de todo el país. Desde que LA GACETA difundió lo que sufrimos, todo el mundo nos apoya. Vamos a continuar hasta el final”, indicó.
La mujer se transformó en la vocera de la familia. En el medio quedaron casi ocho años de silencio y resignación. “Lo que más nos duele es que la muerte de Rodrigo (Carrizo) se podría haber evitado. Si a Sabrina (Pasarín) la hubieran investigado como correspondía, podría haber cambiado de conducta, pero no fue así. Aparentemente, el padre la protegió y ella no se detuvo hasta que causó una segunda muerte”, explicó.
-¿Cree que nada cambió en su vida?
-Estoy segura. Es más, a la semana que falleció mi hermana, ella fue a bailar a un boliche como si nada hubiera pasado. Ahí te das cuenta que no le importaba nada y que se sentía intocable.
-¿Sabían del accidente de la madre?
-No, para nada. Nos enteramos del hecho cuando se publicó en LA GACETA. No podíamos creer que ella también haya pasado por lo mismo. Sabíamos que el padre (Mario Pasarín) era un hombre complicado, pero no pensábamos que tenía tanto poder como para hacer cosas extrañas en la Justicia. No es casual que en dos accidentes, que fueron protagonizados por sus familiares, terminaran en nada.
-Y de Sabrina...
-Muchas cosas. Que el padre había puesto a su nombre un montón de bienes que compraba con el dinero que, supuestamente, obtenía con sus negocios ilegales. Que vivía teniendo problemas por su conducta. Ahora nos enteramos que estaba siendo investigada por la Justicia Federal. No se entiende cómo una chica que no trabajaba tenía tantas cosas.
- ¿Cómo está actuando la Justicia con este último caso?
-Me parece que está llevando bien el caso. La verdad es que no puedo creer que haya pedido el arresto domiciliario. Está en todo su derecho de hacerlo, ¿pero quién se acuerda del hijito de Rodrigo? Él se quedó sin papá, que decidió ir a trabajar un día feriado para llevar unos pesos más a la casa. Ella venía de bailar y, aparentemente, alcoholizada. No puede ser que otra vez todo quede en la nada. La Justicia debe tener en cuenta esto.
-¿Habló con la familia de Rodrigo?
-Desde que nos pudimos contactar con ellos, hablo todos los días. Por ahora no quieren decir nada. Están destruidos, sin ganas de decir ni hacer nada. Los entiendo perfectamente porque a nosotros nos pasó exactamente lo mismo. Hay que respetar su silencio.
-¿Y su familia cómo se encuentra?
-Con una fuerza impresionante. Este nuevo caso nos animó a ir por mucho más. Mi mamá, después de mucho tiempo, se levantó con unas fuerzas enormes y quiere ponerse a la cabeza de todo. Los hermanos estamos más unidos que nunca porque queremos que se haga Justicia de una vez por todas.
-¿Se dieron cuenta de que el caso tuvo repercusión nacional?
-Nunca nos imaginamos que con las notas de LA GACETA, de distintas provincias del país se interesarían por el hecho. Nos hablaron de todos lados. Canal 13, TN, América y Crónica y de los diarios más importantes del país. Ojalá que todo este revuelo nos ayude, como ayudaron a entender ciertas cosas que jamás nos imaginamos.
-¿A qué se refiere?
-En uno de los programas que me llamaron hicieron un análisis que me dejó helada. Decían que desde hace más de 30 años, en esta parte del país se sabía de las andanzas de los llamados “hijos del poder”, que eran los hijos de los políticos, pero que ahora los “hijos del poder son los hijos de los narcos”. Y, después de analizarlos, me di cuenta de que tenían razón. Hay que acabar con esa impunidad también.