“Hoy veo un dólar de equilibrio, no uno que resulte ficticio”

“Técnicamente, se ve una luz al final del túnel”, dice el experto bursátil.

Lo que pasa en la política se traslada a la economía. Lo que sucede en la economía, muchas veces, es consecuencia de las decisiones y de las iniciativas políticas. En ese juego de palabras y de poder, Claudio Zuchovicki observa que la Argentina se acostumbre a pendular en lo que denomina “una economía binaria”, en la que las propuestas y las discusiones de los distintos sectores siempre son contrapuestas, opuestas, sin pensar en que es probable que el país necesite mirar más los matices. “Por esa razón, muchas veces el mercado financiero se maneja en base a presupuestos y a prejuicios”, plantea el gerente de Desarrollo de Mercado de Capitales de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Licenciado en Administración de Empresas (UADE), con postgrado en Mercado de Capitales (UBA/IAMC) y especialización en Futuros y Opciones (Chicago Board of Trade), Zuchovicki dio la siguiente entrevista telefónica a LA GACETA.

- En la sociedad, la incertidumbre se mantiene. Muchos se preguntan si se estabilizó el tipo de cambio y la inflación. ¿Eso se evidencia en los indicadores económicos?

- Técnicamente tengo que responder que ahora podemos ver que hay superávit comercial, que hay más entrada que salida de dólares y que el tipo de cambio se estabilizó por esa razón. Ojo, no lo veo dibujado, no es que haya un cepo o que haya un freno. Y el dólar no vale menos en el mercado porque el Banco Central está comprando. Yo veo un dólar de equilibrio en este escenario; no uno ficticio. Ahora voy con la primera parte de la pregunta: todo depende de quién gane las elecciones y la dinámica de ese proceso, porque si gana la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández, en algún punto el mercado intuye eso y seguramente intentará dolarizar más su portafolio. En consecuencia, se dejará de lado aquel superávit comercial. Más allá de eso, dijeron que les interesa un dólar más caro y que está muy barato ahora, con lo que se supone que se va a incentivar más a la divisa estadounidense. En suma, esta es una carrera con obstáculos, en el que el primero se llama PASO, el segundo octubre y, eventualmente, el tercero sea el balotaje. Hasta allí, todo estará bastante paralizado; ni bien, ni mal, sino con variables quietas.

- ¿Qué se hace durante el “mientras tanto”? ¿Cómo puede accionar un ahorrista o un simple consumidor que ha venido siendo golpeado por la inflación y la suba de tarifas?

- Depende de cada uno y de la industria de cada actividad. Creo que los ciudadanos de a pie no nos queda otra que levantarnos temprano y salir a laburar todas las mañanas, independientemente de quien gane las elecciones. No hay plan B, de que podes tomar la decisión de irte a otro lado a emprender. Los escenarios se presentan diferentes para los agentes económicos. Tomemos el caso de las provincias. La mayoría tiene superávit fiscal y está bastante mejor que en otras épocas. En el interior del país, por caso, se comercian productos y materias primas en un mercado interno que tiene un empleo público estable y un mercado externo en el que la mayoría de los productos se demanda. En Capital Federal y en Buenos Aires, a su vez, hay más dependencia del consumo y de la industria que viene bastante recaída. No es lo mismo tener empresas en Tucumán, Córdoba o Mendoza que pueden ser proveedoras de un Estado con cuentas fiscales más ordenadas que ser una PyME del conurbano bonaerense que la está pasando mal y no genera empleo. Quiero decir que el impacto de las elecciones será mayor en lo que le puede pasar al conurbano. Sin embargo, al tratarse de un año electoral, en el corto plazo vamos a ver más pesos en la calle. Creo que el Gobierno querrá dar más créditos y que le dará un mayor impulso al consumo. Por primera vez en muchos meses el salario le va a ganar a la inflación y, como hay mucho consumo postergado, es probable que se vea un rebote de la micro, en el ciudadano de a pie que puede sentirse un poco mejor que otros meses.

- ¿En un contexto de endeudamiento general y de tasas elevadas?

- No tanto. Cuando observamos los números, las personas físicas no están tan endeudadas. Tal vez haya algo de tarjeta de crédito, pero eso es consumo inmediato y de corto plazo. La nación sí está endeudada, pero las empresa no tanto, precisamente porque las tasas son elevadas. No se percibe una demanda de dinero potencial. La gente dejó de consumir hace tiempo y la caída de ese consumo había sido violenta. Los números de hoy te están mostrando de que el consumo tiende a mejorar, y te hablo de la comparación intermensual y de la interanual también. No hay que perder de vista que lo que observamos en los diarios, a partir de las mediciones oficiales, suelen ser datos de dos meses atrás. El dato de inflación es el de junio cuando estamos en julio, el de crecimiento es la foto de hace dos o tres meses. Entiendo que se titule a partir de esos datos, pero no a todos le va igual.

 - ¿Entonces ya ve una luz al final del túnel?

- Técnicamente, sí, porque venís de muy abajo. Ahora va a depender de la política y, por eso, la respuesta me supera. De que caiga la actividad más o no lo haga dependerá de la política. Los que presentan los candidatos a las presidenciales son planes económicos distintos. Todo dependerá de los resultados electorales.

 - En materia de ahorro e inversión, ¿ha cambiado la forma de hacerlo o la población se anima más a las herramientas sofisticadas del mercado?

- En la actualidad hay más instrumentos disponibles en las plataformas comerciales, en las ventas on line que ofrecen distintos productos. El abanico es más amplio y la gente está mucho más preparada. Ya tiene experiencia; por esa razón, están más popularizados los instrumentos financieros del mercado. Sin embargo, hay que decir que la decisión de inversión es muy individual; depende de cada uno. Por eso incide tanto la cuestión electoral. La victoria de tal candidato puede ser una buena noticia para unos y una mala para los otros. Pero, además, tenés que dividir a la sociedad en tres franjas. Habrá un 30% de la población a la que le va bien, muy bien, que pueden ser los Globant, los Mercado Libre, los Despegar o, focalizando más en Tucumán, tal vez la citrícola San Miguel y algunas de las empresas tecnológicas allí instaladas. Les va bárbaro, gane quien gane; tienen más ofertas laborales y viajan. Hay otro tercio de la sociedad que está fuera del sistema y, aunque crezca la economía del país, seguirá fuera del sistema y en ellos hay que focalizar la acción, con 20 años seguidos de mucha educación para disminuir la tasa de pobreza y que haya más oportunidades para ellos. Miremos y analicemos más los porqué están así, a qué se debe este fenómeno. En todo este tiempo, tuviste cambio de gobierno en la Argentina, en general, y en Tucumán, en particular. Sin embargo, tenés la misma cantidad de pobres y no es que alguien mejoró algo. Es una pobreza estructural y para ellos necesitás medidas porque ni las PASO, ni octubre ni el balotaje le cambiará su condición. Finalmente, hay otro tercio de la población que, ante el cambio tecnológico global, tuvo que adaptarse al nuevo esquema, a reinventarse permanentemente porque el mundo ya no les compra lo que venía haciendo. Y esto no depende tanto de la política. Nos pasa a todos. Ustedes tuvieron que cambiar porque el esquema de agencias de noticias ya no es el mismo. Y eso no necesariamente es producto de la acción de un gobierno. Por aquel cambio tecnológico, yo mismo tuve que replantear mis cosas y ahora “fabrico” lo que la gente quiere comprar.

- Y volvemos al esquema inicial: nos tenemos que levantar temprano para salir a laburar para adaptarse al nuevo esquema socioeconómico...

- A nos no te queda otra. A mi no me queda otra. Y a gran parte de los lectores tampoco le quedará otra. No hay ayuda de nadie. Depende mucho de cada uno, de la creatividad que le pongamos a nuestras actividades, de las posibilidades que se nos presente y de que la suerte nos acompañe. No pensemos, por ejemplo, que un diputado o un senador nos cambiará la vida cotidiana. Eso es muy difícil. ¿Acaso conocemos algunos que no hayan estado ya en la política? Entonces, es un error esperar un cambio de tal magnitud. Eso habla mucho de nosotros. Si vos esperas que alguien te resuelva lo imposible, estás hablando de la ingenuidad.

- ¿Y cuánto influye el factor suerte en nuestra vida y en la economía en general?

- La economía es una ciencia social y no se puede generalizar. El PBI va a crecer, pero hay mucha gente que sigue con hambre. La actividad económica se hizo añicos el año pasado y, sin embargo, a mucha gente le fue bárbaro. Quiero decir que el mundo de hoy es mucho más individualista que el de siempre.

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