15 Julio 2019

EL CASO LAMBERT

El jueves murió después de una larga y cruel agonía Vincent Lambert, un ciudadano francés de 43 años cuyo deceso no sería noticia de no ser porque fue sacrificado por su propio Estado. Pero en su caso, sus padres se opusieron tenazmente a su ajusticiamiento invocando el estado de conciencia de su hijo, sus reacciones -limitadas, dada su tetraplejía- expresadas en el movimiento de sus ojos y de su llanto. Llanto que no pudo contener cuando le explicaron que el poder judicial francés, a pedido de su esposa, había decidido que debía dejar de dársele el alimento y la hidratación que lo mantenía con vida. Cientos de juristas y médicos franceses se pronunciaron también públicamente en contra de su ejecución, pero tampoco fueron escuchados ya que al parecer su caso era visto como una útil punta de lanza para convencer a la opinión pública francesa -y eventualmente mundial- de que la eutanasia es siempre una posibilidad. No se trataba de cuidados médicos extraordinarios ni de asistencia mecánica para su subsistencia: simplemente debía proveérsele alimento y agua. Pero el utilitarismo pragmático imperante obtuvo el siniestro consenso del poder, declarando que Vincent era ya una molestia y una carga injustificada, y que por tanto había que dejarlo morir de hambre y de sed. El 14 de julio Francia festeja su día patrio, y debería haber recordado que a Vincent no se le dio la “libertad” de elegir seguir viviendo, tampoco se lo trató con la “igualdad” que los demás franceses tienen -en teoría- al alimento y al agua, y mucho menos con la “fraternidad” que era innegable a otro ser humano, más aún en la condición de casi absoluta adversidad que le tocaba subsistir. Así, poco debieron tener para festejar de su axioma histórico aquellos déspotas que, en la omnipotencia del poder circunstancial que ejercen, deciden sobre la propiedad, la libertad y hasta la vida de sus conciudadanos. Porque es evidente que ante un neototalitarismo colectivista, también la vida de los ciudadanos debe pasar a pertenecer al Estado, el nuevo dios laico de estos tiempos al cual no es políticamente correcto cuestionar. Asusta que el reinado del terror que instauró aquel breve pero feroz experimento jacobino -que segó la vida de miles de inocentes e ilustres de Francia, entre otros Lavoisier- vuelva a brotar anidado no ya en los libros de historia sino en el anhelo de los involucionistas que aspiran a quitar a los ciudadanos todo poder para delegarlo en manos del Estado, gran hermano que desde las profecías de Huxley en “Un mundo feliz” y Orwell en “1984” sigue ganando cada vez más fuerza en contra de los individuos libres. Se esconde justamente así que el Estado de Derecho nació como último baluarte de resguardo de las minorías. Todo pasa entonces a segundo plano si una mayoría circunstancial en el poder estatal así lo decide. Incluso la propia vida. La Revolución Francesa que supo agitar banderas que han llegado a todos los puntos del globo, está tornando sin prisa y sin pausa en una involución que retoma el camino de los totalitarismos de los que decía venir a liberarnos. Mató hace 230 años al rey para entronizar -incluso con mucho más poder- al Estado moderno.

Pedro S. Pujol

LARGA ESPERA EN EL PAMI

Les escribo a fin de poner en conocimiento de las autoridades de PAMI Tucumán, el estado de abandono del que soy objeto por parte de dicha obra social. Hace 40 meses que tramité mi silla de ruedas especial; me adeudan reintegro por un estudio que realicé en 2017, el subsidio por transporte para ir a la Facultad es insuficiente y no hay trabajadora social para hacer nuevo informe y otras prestaciones incumplidas. Tengo discapacidad motriz y me manejo en silla de ruedas. Hace mucho tiempo que vengo luchando sin ser escuchado. Espero que aquellos que dirigen la obra social puedan resolver todas mis necesidades, que son mis derechos.

José María García

“MEDALLA DE PLATA”

En LA GACETA del 8/7 aparece la nota sobre “Villa Muñecas - La segunda villa más vulnerada de la Argentina”, que fue “desplazada” del primer lugar por “Villa la Frontera” de la provincia de Neuquén, que se ganó la “Medalla de Oro” según el Índice de Vulnerabilidad Territorial difundido por la organización Techo Tucumán. Esto, resultado del censo nacional de Relevamiento de Asentamientos Informales que determinó que, de 4.416 barriadas populares en el país, 203 son de Tucumán y ahí vivirían aproximadamente 34.474 familias, la mayoría sin servicios de agua potable, cloacas, luz eléctrica, gas, alumbrado público, recolección de residuos, alumbrado público, etcétera. Como broma de mal gusto y tomando la premiación a la inversa, los tucumanos, sobre 4.416, estamos clasificados en el lugar 4.415. Una página íntegra dedicó LA GACETA a la información, ilustrando con desgarradoras fotografías que, sí o sí, nos obligan a reconocer una realidad siempre negada, al contrario de las declaraciones políticas gubernamentales de que aquí en Tucumán está todo en orden, que autoabastece sus necesidades por el equilibrio y seriedad con que se manejan y distribuyen los dineros que se recaudan de los impuestos. En este caso, con la misma ironía, sí merecen la premiación de “Medalla de Oro” por cobrar los impuestos más altos del país, ocupando el podio n° 1. Los jubilados que conocemos desde siempre el brillo y esplendor de la Villa Muñecas, donde concurríamos a la siempre bien recordada Biblioteca Miguel Lillo, y muchos otros centros recreativos de los que se recuerdan nombres y rostros de orgullosos vecinos, hoy, con bronca, mucha bronca, nos preguntamos si el Gobierno de Tucumán, al disponer de miles de millones de pesos que anualmente le autoriza la ciudadanía en concepto de presupuesto -de cuyo monto ya tiene destinado sumas siderales para la construcción de un centro cívico y ha prometido también construir un moderno estadio de fútbol para “envidia de políticos” de las provincias vecinas-, si esos dineros n o deberían ser usados íntegramente, pero de verdad, no con promesas, para solucionar las necesidades de las 203 villas de emergencia en el Jardín de la República, Cuna de la Independencia, como históricamente nos conocen. Señor Gobernador de Tucumán: utilice todos los dineros disponibles y acuda en ayuda y solución de los problemas de las villas de emergencia, donde seguramente habrá gente que lo votó. Algunos pícaros jubilados no creen que así suceda y, al contrario, dicen que los políticos que visitaron las 203 villas de emergencia les contestarán “hasta las próximas elecciones; si te he visto, no me acuerdo”.

Ángel Ricardo Salguero

FEROZ CAMPAÑA ELECTORAL

A la “anarquía” que padecemos debemos sumarle el “caos” en todos los ámbitos del país. Todos los politiqueros que pertenecen al olvidado “que se vayan todos”, siguen en funciones con los resultados que conocemos, y es lamentable que insistan en seguir. Lo único que pretenden es seguir a la deriva, sin ideas ni proyectos, en vez de buscar las coincidencias que conduzcan a la “unidad nacional”, que es lo único que puede salvar a nuestra Patria. Están en una feroz campaña electoral, tanto los oficialistas como los opositores, con contenidos de agresiva descalificación; así no se construye ni se honra la Democracia. ¡Qué falta de respeto a nuestra Constitución nacional! Comencemos por cumplirla y respetarla con dignidad, y encontraremos la solución para vivir dignamente.

Federico Yurcovich

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