Jugadores de Atlético coinciden en que atraviesan una mala racha

MUY LIVIANO. Bianchi y Lucchetti, titulares ante Aldosivi, entrenaron ayer en el complejo. El arquero está lesionado y no jugaría, pero el defensor seguiría en el equipo. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO.- MUY LIVIANO. Bianchi y Lucchetti, titulares ante Aldosivi, entrenaron ayer en el complejo. El arquero está lesionado y no jugaría, pero el defensor seguiría en el equipo. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO.-

Atlético dejó el hotel Provincial de Mar del Plata, cuyas paredes están decoradas por las fotos de los líderes americanos que se alojaron en las cumbres de 2005 y 2010 (Néstor Kirchner, Cristina Fernández, George W. Bush, Hugo Chávez, Lula da Silva, Rafael Maduro y José Mujica, entre otros presidentes), a las 23.21 de un día que, si el fútbol fuera una bolsa de valores, alguien habría calificado como “lunes negro”.

El plantel se disponía a regresar por ruta en una madrugada de niebla hacia Buenos Aires, donde a las 6 tomaría un vuelo hacia el aeropuerto Benjamín Matienzo, con la certeza de que no sólo los resultados no lo acompañan en este comienzo de la Superliga: en tiempos en que se escucha tanto hablar de la confianza de los mercados, el “Decano” tampoco termina de confiar en sí mismo.

“El fútbol es anímico”, había diagnosticado Cristian Lucchetti al salir del estadio Mundialista, un par de horas antes, apenas concluido el 0-3 ante Aldosivi. El arquero, que casi no podía caminar por el dolor que sentía tras un rodillazo de un rival, habló también de “consciencia” de lo que ocurre, de “autocrítica” y de “una racha” de la que hay que salir.

“Somos conscientes del arranque en el torneo y a la vez somos los primeros que queremos cambiar esto. Todos tenemos rachas, buenas o malas, y de todas se salen. Siempre se puede salir”, intentó llevar tranquilidad Lucchetti que, como las desgracias no vienen solas, está en duda para el partido del domingo desde las 11 contra Arsenal en el Monumental.

Con tres caídas en los primeros cuatro partidos, Atlético acumula además siete derrotas seguidas como visitante si le suma el final de la temporada anterior, una racha que llevó a los más memoriosos a recordar una adversidad también fiera, pero no tanto, de cinco caídas seguidas fuera del Monumental en Primera entre el final del Nacional 1980 y el comienzo del 1981. A un 0-3 con Racing de Córdoba, un 1-6 con Rosario Central y un 1-4 con Estudiantes en la despedida de 1980 se le sumó -aunque varios meses después- un 0-4 contra Instituto y un 0-1 contra San Lorenzo de Mar del Plata, también en el Mundialista, en el comienzo del Nacional 1981.

En “Dios es redondo”, un magnífico libro del escritor mexicano Juan Villoro, una frase de Jorge Valdano puede aplicarse a este comienzo de Atlético. “Ganar un partido es ganar el 30% del siguiente”, dijo el ex campeón del mundo de 1986, y algo parecido declaraba Carlos Bianchi en sus épocas de Boca: “Un triunfo lleva a otro”. El caso de Atlético es el contrario: no consigue salir de la inercia contraria, como si peligrosamente una derrota llevara a la derrota fuera del Monumental.

“Estamos masticando la bronca, es durísimo porque empezamos mal y duele muchísimo. Esto no nos tiene que volver a pasar”, dijo Gonzalo Castellani, el otro futbolista que detuvo su marcha para hablar con LGDeportiva a la salida del Mundialista, mientras Ricardo Zielinski prefería refugiarse en la prudencia del silencio. “Nos faltó contundencia en el primer tiempo y no equivocarnos. Hubo errores puntuales y hay que tener autocrítica. Uno no hizo las cosas bien y terminamos perdiendo porque ellos, que no habían jugado mejor, aprovecharon nuestros errores”, agregó Lucchetti.

En medio de la adversidad, al menos Lucchetti y Castellani realzaron el buen comienzo del equipo ante Aldosivi, como si Atlético hubiese encontrado la punta del ovillo para volver a ser. “Manejamos la pelota”, dijo el arquero, a lo que el volante agregó: “En el primer tiempo tuvimos la posesión de la pelota y el control del juego, pero no aprovechamos las oportunidades que tuvimos y en la segunda parte ya no hicimos nada de eso. No estamos viviendo un buen momento, pero tenemos mucho por delante”.

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