Conservadores y negacionistas lanzan insultos al ecoactivismo

Dicen que es un títere, que se parece a los niños nazis y hasta que es “una zombie”.

EN LAS CALLES. El movimiento de jóvenes por el clima convocó a una segunda huelga mundial, mañana, como la que se hizo el viernes 20 de septiembre Reuters EN LAS CALLES. El movimiento de jóvenes por el clima convocó a una segunda huelga mundial, mañana, como la que se hizo el viernes 20 de septiembre Reuters
26 Septiembre 2019

NUEVA YORK, Estados Unidos.- Una niña de 16 años dio el puntapié inicial para un movimiento que convoca a millones de personas -sobre todo, jóvenes- en el mundo.

Greta Thunberg canalizó, con su reclamo para eliminar las emisiones de carbono, responsables del calentamiento global, las críticas a la base económica de un sistema que no se puede mejorar, sino que hay que cambiar.

Aunque la respuesta que ha recibido ha sido en gran medida positiva, también ha sido criticada por algunos sectores conservadores y negacionistas.

Su discurso directo y encendido le ganó enemigos: todos ellos adultos y la mayoría, poderosos, que empezaron a agitar la versión de que, la que se presenta como activista ecológica es un producto de marketing del “capitalismo verde”, un peligro izquierdista o que, simplemente, se burlan de ella.

Su cara seria, su forma de hablar, el síndrome de Asperger que le diagnosticaron cuando tenía 10 años, su edad, el tono de su discurso en el que reivindica el pánico como motor de cambio, sus padres, también le valieron muchas críticas.

“En un primer nivel de reticencia, la razón de la adultez la invita a volver al colegio en vez de usurpar una autoridad política reservada a la pericia de los mayores”, dice Jaime Rubio Hancock, en el suplemento “Verne”, del diario español “El País”.

Entre los muchos ataques que ha recibido Thunberg desde que se convirtió en símbolo de la lucha contra el cambio climático está el del propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, uno de los principales negacionistas de la existencia del cambio climático, junto con el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro.

Trump no es el único. Esta semana, un colaborador de “Fox News” calificó a la joven, con síndrome de Asperger, de “enferma mental”. La cadena se disculpó, pero poco después, otra periodista de la Fox, la comparó con un personaje de la película de terror “Los niños del maíz”: “No puedo esperar a la secuela de Stephen King, Los niños del clima”.

El escritor y cineasta indio-estadounidense Dinesh D’Souza comparó a Thunberg con las niñas de la propaganda nazi. “Niñas nórdicas con trenzas y mejillas rosadas eran usadas para la propaganda nazi. Una vieja técnica de Goebbels que la izquierda progresista aún está aprendiendo”, escribió en Twitter. D’Souza es conocido como un provocador y defensor a ultranza de Trump. El analista -también estadounidense y con vínculos con la ultraderecha- Sebastian Gorka aseguró que Thunberg parecía “víctima de un campo de reeducación maoísta”.

Los críticos de Thunberg también opinan que la joven está siendo usada como “escudo humano”.

Otro periodista de la Fox, Tucker Carlson, se quejó de que no podía responder a las acusaciones de Thunberg porque sólo tiene 16 años. Una acusación que ha recibido la adolescente es la de que es demasiado joven para someterse a esta exposición mediática.

Ella misma admitió, en su discurso ante las Naciones Unidas: “No debería estar aquí. Debería estar en la escuela, al otro lado del océano”.

Ya en 2018, en otro discurso en la cumbre del clima de la ONU, Thunberg reprochó a los líderes de 200 países del mundo no ser “lo suficientemente maduros como para contar las cosas como son. Incluso esa carga la dejan a sus hijos”. A quienes la atacan, responde que disparan contra ella “porque no puede atacar la ciencia”. A los trolls, Thunberg directamente no les contesta. (Especial)

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