El acuerdo comercial que el Reino Unido quiere sellar con la Unión Europea (UE) después del “Brexit” no será del todo satisfactorio para ambas partes, al menos durante el 2020, y se espera que se produzcan algunas crisis más durante las negociaciones, según Simon Usherwood, experto en relaciones con Europa y profesor de Política de la inglesa Universidad de Surrey.
“Es probable que este año se llegue a algún tipo de acuerdo, pero no a uno que satisfaga las necesidades de ambas partes. Para cumplir con el plazo, tendrá que haber un proceso de identificación de las prioridades clave, así como un medio para negociar todo lo demás más adelante”, explicó Usherwood en diálogo con Télam.
Según el experto, la gran dificultad es que esto causará una situación en la que el Reino Unido pierda muchos de sus vínculos con la UE a fines de año, para tener que reconstruirlos en los próximos años.
“Lógicamente, la solución sería extender el período de transición, pero eso dependerá mucho de si (el primer ministro) Boris Johnson siente que puede capear las críticas que recibirá del público y de sus propios parlamentarios”, sugirió.
El primer ministro no quiso pedir una prórroga del período de transición del Brexit más allá de finales de 2020 y lo dejó en claro la semana pasada cuando se reunió con la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien cuestionó los plazos de negociación de Johnson.
Sobre si el Reino Unido alcanzará con la UE un acuerdo comercial futuro que sea productivo, Usherwood, dijo que dependerá mucho de la escala de tiempo que se mire.
“Es difícil ver que las relaciones entre el Reino Unido y la UE alcancen una posición estable en un futuro próximo, dado que ambos todavía tienen que decidir qué es lo que quieren de dicha relación, y los niveles relativamente bajos de confianza que existen como consecuencia del proceso que se dio hasta ahora”, agregó.
En ese sentido, el experto predijo que es probable que “veamos algunos años de difícil negociación, posiblemente con algunos momentos de crisis más, especialmente si el Reino Unido continúa poniendo más énfasis en el cumplimiento de un calendario que en el contenido”.
Sin embargo, aclaró que también es importante recordar que ambas partes tienen buenas razones para llegar a un acuerdo, “por lo que no debemos asumir que terminará inevitablemente en lágrimas”.
Consultado sobre la declaración del coordinador del Parlamento Europeo, el belga Guy Verhofstadt, quien predijo que el Reino Unido terminará volviendo a la UE, porque en las “próximas décadas” los jóvenes se darán cuenta de que abandonar el bloque fue un error, Usherwood dijo en ese sentido que el futuro es muy incierto.
“Es muy incierto que los jóvenes que apoyan más la adhesión a la UE, decidan hacer campaña sobre este tema como una cuestión política en los próximos años”, subrayó.
Dijo que si el Reino Unido solicita su reincorporación, se dará cuenta de que todas las excepciones que se ha ido forjando a lo largo de los años ya no se aplicarán, por lo que la realidad de la situación podría acabar resultando menos atractiva.
“Sin embargo, la persistencia de los euroescépticos durante los últimos 30 años ha dado sus frutos, por lo que no podemos asumir que esta cuestión esté finalmente resuelta”, concluyó.
Proyectan sobre la residencia de Johnson un reloj con cuenta regresiva hasta el 31
Un reloj proyectado sobre la residencia del primer ministro británico, Boris Johnson, marcará la cuenta regresiva para la retirada del Reino Unido de la Unión Europea (UE) el próximo 31 de enero, fecha en la que también comenzará a circular una nueva moneda con la leyenda “Paz, prosperidad y amistad con todas las naciones”.
Así lo anunció ayer el Gobierno, que pareció descartar una iniciativa para que el reloj del Big Ben, actualmente en obras, marcara la salida haciendo sonar sus campanas.
Un grupo de personas armó una iniciativa online que consiguió más de 250.000 libras para activar temporalmente el reloj, pero se necesita el doble de dinero para hacerlo funcionar temporalmente.
Por otro lado, una comisión parlamentaria advirtió que no sería apropiado usar dinero de los ciudadanos para un evento político, pero tampoco le parece correcto para hacerlo con fondos públicos.
En todo caso, los planes oficiales del Gobierno contemplan que sea un reloj proyectado sobre las paredes del 51 de Downing Street el que dé la cuenta regresiva el día 31 de enero, explica el comunicado.
Otros edificios públicos serán iluminados de la misma manera y se hizará la bandera en la plaza del Parlamento.
Además, el día del Brexit entrará en circulación una nueva moneda de 50 peniques, en la que figurará el mensaje de “Paz, prosperidad y amistad con todas las naciones”.
Johnson viajará al norte de Inglaterra junto con su gabinete, en un intento por reflejar su intención de descentralizar la economía, y dará un discurso a última hora del día.
A menos de dos semanas para que la salida se haga efectiva, el ministro de Economía, Sajid Javid, reiteró hoy que no habrá armonización con la normativa UE después del Brexit.
En una entrevista con el diario Financial Times, Javid confirmó lo que había dicho Johnson, que el Reino Unido quiere desligarse de la UE.
“No habrá armonización, no acataremos órdenes, no estaremos en el mercado único y no estaremos en la unión aduanera, y lo haremos para final de año (al fin del periodo de transición)”, afirma Javid.
El ministro admitió que “algunas empresas se beneficiarán y otras no” de la ruptura con el bloque europeo, pero auguró que a largo plazo la británica “seguirá siendo una de las economías de más éxito de la Tierra”. (Télam)