Los tucumanos en Inglaterra, atentos al impacto económico por el Brexit

Intranquiliza la caída de la actividad comercial.

Se fueron de Tucumán en busca de progreso profesional, de tranquilidad y de estabilidad financiera. Ahora, si bien son cautelosos, les inquieta las consecuencias negativas del Brexit sobre la actividad económica del Reino Unido y, por extensión, de sus vidas. Y coinciden: la incertidumbre es la protagonista de todo el proceso.

“Lo que no se dice mucho sobre esto es la cantidad de empresas que están cerrando o que cambian su forma de trabajo. Han subido los precios y también han caído las ventas, contó a LA GACETA Pablo Javier Lorenzo, ingeniero en Sistemas tucumano que vive en Peterborough, Inglaterra. Y adicionó: “Hasta hace poco, la inflación anual era del 1% y ahora es del 3%. Puede sonar poco al comparar con Argentina, pero estamos hablando de un incremento del 200% en cuestión de años”.

El profesional llegó allí hace cinco años junto con su familia gracias a las facilidades que implicaba ser ciudadanos españoles (y por lo tanto, de la comunidad europea excentos de visados). Ahora, ante la amenaza de perder esos derechos, aplicaron por la residencia permanente. “Lo hicimos hace seis meses para estar protegidos ante los cambios en la legislación; uno nunca sabe qué puede llegar a pasar”, reflexionó Lorenzo.

Paula Fabiana Soto es ingeniera en Computación por la UNT y estudia Data Science (Ciencia de los Datos) en Londres, su residencia actual desde hace seis meses. “Hay incertidumbre y hartazgo entre la gente respecto al Brexit; todavía quedan muchas cosas por definir”, indicó. Y agregó: “Hay preocupación por el aumento de los precios de los productos que son importados de la Unión Europea, sobre todo de los alimentos”.

Tanto a Lorenzo como a Soto no les preocupa su situación legal en Inglaterra tras el Brexit ya que poseen los “papeles en regla”, pero sí ven con preocupación lo que podría ocurrir con otros inmigrantes. “No me pasó, pero después de la votación para salir del bloque se notó mucha discriminación contra los extranjeros. Hubo desde amenazas hasta ataques, especialmente contra los obreros no calificados del área industrial”, relató el ingeniero en sistemas.

Por su parte, Soto aseguró que no ve beneficios con respecto al proceso de ruptura con la Unión Europea. “Las complicaciones van a depender de los acuerdos que se hagan durante los próximos meses”, opinó.

Una posibilidad comercial

Para los emigrantes tucumanos, lo que sucederá el 31 de enero es más simbólico que real. Ahora, les importa la “verdadera transición” que ocurrirá hasta el 31 de diciembre y en la que las partes deberán negociar términos cruciales como el comercio, la pesca marítima y el tránsito de personas. Y -creen- el proceso podría significar una posibilidad comercial para Argentina.

“Cuando se terminen de definir los acuerdos, podrían surgir oportunidades de comercio para el país, aunque también dependerá de la estrategia que se adopte”, manifestó Soto. En similar sintonía, Lorenzo expresó: “Creería que es una oportunidad para Argentina, pero Europa siempre estuvo más cerca”.

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