Con él, nada es imposible

La candidatura de Agustín es una gran posibilidad para todos. Fundamentalmente para los países emergentes, pero eso no implica que vaya a dejar de lado a los del primer nivel. Sólo pretende un orden más equitativo. Esa era la idea cuando se juntó con Bill Beaumont, pero después el inglés se fue para el otro lado y cedió ante los intereses del Seis Naciones.

Quizás ahora no sea el momento ideal para que se presente, y de hecho había pensado en no hacerlo, pero desde el Hemisferio Sur le insistieron, porque saben que es el único que puede hacerle frente al orden establecido. Saben que, si sigue Beaumont, todo va a seguir como está, con Europa como amo y señor de todo, y sin posibilidades reales para los de más abajo.

Es una elección muy difícil, pero no imposible. Con Agustín nada es imposible. Ha demostrado que es un líder natural, con una impresionante capacidad de ejecución desde que se volcó a la dirigencia. Se propone algo que parece imposible y lo consigue. Y con la crisis que se está viviendo a nivel mundial, creo que es la persona ideal para liderar. No porque los otros no sean capaces, sino porque no quieren apartarse de esa estructura que concentra poder en un lado y no deja crecer a los demás, a diferencia de lo que está haciendo Sudamérica, que está favoreciendo el desarrollo de toda la región, hasta de los países de menor nivel.

Es un orgullo tener un representante como él que aspire a la presidencia. Estamos a favor de lo que hace e intenta hacer, que es abrir el juego y darle posibilidades a otros países de que, si hacen las cosas bien, puedan medirse contra los mejores.