Reabrieron las fábricas de cigarrillos: ¿cuándo volverán los "puchos" a los kioscos?

Las marcas alternativas ya escasean y muchos comerciantes cobran hasta un 200% más por un atado.

ADICCIÓN. En Argentina se estima que hay al menos 8 millones de consumidores de cigarillos. ADICCIÓN. En Argentina se estima que hay al menos 8 millones de consumidores de cigarillos. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
11 Mayo 2020

Más de 600 fábricas, que tenían suspendida su actividad desde hace más de 50 días, volvieron a producir desde hoy y, entre ellas, figuran las dos plantas más grandes del país que abastecen de cigarrillos a los más de 8 millones de consumidores. ¿Cuándo volverán los "puchos" a los kioscos? La pregunta que se hacen todos todavía no tiene una respuesta firme, pero las tabacaleras esperan que ese lapso no supere los 10 días. 

Con la industria prácticamente detenida desde el 20 de marzo, la producción tabacalera comenzó a resentir la distribución de cigarillos desde hace al menos dos semanas y, en los últimos días, las marcas alternativas también desaparecieron de los puntos de venta. Mientras, fueron muchos los comerciantes que llegaron a pedir hasta $450 por un paquete, que habitualmente cuesta $150, es decir, el triple.

Estiman que la venta de tabaco le representa al Gobierno unos $700 millones por semana en impuestos, casi en un 80% trasladados a los precios que pagan los consumidores. 

Bajo un estricto protocolo sanitario, Massalin Particulares (Merlo) y British American Tobacco (Pilar) retomaron sus actividades en el Gran Buenos Aires, una de las regiones más castigadas por la pandemia de coronavirus en el país. 

Mientras que la materia prima, es decir el tabaco, proviene de Jujuy (37%), Salta (34%), Misiones (22%) y Tucumán (4%), las fraccionadoras demandarían al menos una semana en tener listos los primeros cartones de las casi 20 marcas de las dos más grandes compañías. 

En Tucumán ya casi no se consiguen ni siquiera las marcas económicas y una caja de 20 cigarrillos es un bien preciado por los adictos. Muchos volvieron, por necesidad, a las bolsas de tabaco para armar, costumbre que se fue perdiendo con el paso de los años. 

Las distribuidoras de cigarrillos no quieren "prometer algo que no se pueda cumplir", pero las primeras estimaciones sostienen que el desabastecimiento podría durar hasta dentro de una semana. Primero se satisfará a los consumidores de Buenos Aires y, después, a los grandes centros urbanos en donde Tucumán es un punto clave en la región. 

Por lo visto, el ritual de sacar la cinta de seguridad, abrir la caja, encender el primer cigarro y darle una pitada profunda deberá esperar. Al menos, un tiempo más.

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