“Los menores ya no le temen a la Policía, no es la primera vez que esto ocurre. Les han robado a efectivos en las paradas de colectivo y en otras ocasiones los han abordados entre varios asaltantes. Es algo que realmente ocurre”, señaló el subsecretario de Seguridad, José Ardiles. El funcionario coincidió con las palabras de Débora Díaz, la viuda de Roberto Lucena. La mujer había contado que su marido aseguraba que el respeto a los policías se había perdido en las calles.
“Es algo que se está acentuando cada vez más. Hace 20 o 30 años esto no pasaba y tiene que ver con que hoy en los hogares ya no hay el mismo respeto que había antes. Y si los padres no los pueden contener, imaginate la calle. Para estos chicos, la primera vez que incurren en un delito es como una aventura, y generalmente les sale bien porque son menores inimputables y la Justicia luego dispone que se los entregue a sus padres”, consideró.
“Tiempo atrás, los mayores usaban a los menores como mano de obra para cometer ilícitos. Hoy los menores ya forman bandas independientes que responden a ellos mismos. Uno se da cuenta de que a veces en un robo que queda grabado por las cámaras: los asaltantes son todos menores”, dijo Ardiles.
“Generalmente se los interna en el instituto Roca cuando cometen delitos muy graves, si no, la mayoría de ellos son entregados a los padres. Otro problema es que los lugares de detención ya no dan abasto. Tenemos aproximadamente 1.000 presos en las comisarías de la capital. Es una barbaridad, y muchas veces es difícil de controlar. Por eso se ven motines, donde queman colchones o se lastiman entre ellos mismos. Llega un punto que se da la intolerancia hasta dentro de los calabozos”, señaló.
Ardiles consideró que la situación de algunos adolescentes responde a problemas complejos. “Muchas veces son pibes a los que es muy difícil darles contención. Si los padres no les enseñan, se complica. Suelen venir de familias que afrontan problemas difíciles. Muchas veces son tan descarados que atacan a 100 o 200 metros de sus casas. Atacan a vecinos. Muchas veces están drogados. Cuando la Policía va a buscarlos, el lugar se llena de gente que quiere protegerlos. Es algo que se ve normalmente”, detalló.
El subsecretario de Seguridad advirtió que muchos menores son reincidentes. “Hay algunos que parece que salen del encierro y no tienen otra inclinación ni otro objetivo que andar robando. El delincuente de antes tenía otros códigos. Salía a robar, pero no tenía como objetivo matar. Hoy, en cambio, estos menores salen y ante una situación un poco extrema, o de inseguridad para ellos, simplemente te disparan”, cerró.