Malestar y críticas por otra sesión fallida en Tafí

Ediles afines al intendente Caliva impidieron el debate sobre el audio relativo a un soborno, la capacitación en violencia de género y una fiesta indígena.

FINAL CON JALLALLA. Los comuneros en el Concejo Deliberante ayer. FINAL CON "JALLALLA". Los comuneros en el Concejo Deliberante ayer. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

La fragmentación del peronismo tafinisto volvió a golpear al Concejo Deliberante, pero esta vez las astillas de la confrontación se incrustaron en dos grupos particularmente sensibles: las comunidades indígenas y el colectivo de mujeres. Es que, al ausentarse de la sesión en la que estaba previsto el debate sobre un audio polémico atribuido al intendente Francisco Caliva, los concejales del oficialismo municipal frustraron también un reconocimiento histórico a Inti Raymi o la Fiesta del Sol que los comuneros celebrarán el domingo, y la adhesión a la norma que obliga a capacitar al Estado contra la violencia de género (Ley Micaela). Una hora antes del inicio de la sesión, los ediles Omar Vedia, Omar Monasterio y Benjamín Cruz informaron su inasistencia porque debían reunirse con el ministro del Interior, Miguel Acevedo, en la capital

Los 30 minutos reglamentarios de espera para levantar la deliberación por falta de quorum -hacen falta cuatro de los seis representantes de los vecinos en sus bancas- fueron aprovechados por los presentes para cuestionar y dejar en evidencia las ausencias. Los discursos de ayer hicieron hincapié en los primeros dos puntos del orden del día mientras que nadie se refirió al tema tres. Este anunciaba una cuestión de privilegio impulsada por la peronista opositora al intendente y vicepresidenta primera, Jéssica Yapura Astorga, para articular una denuncia penal respecto de la grabación viralizada en noviembre que registra un intento de sobornar al vicepresidente segundo y aliado a aquella, Juan Carlos Rivadeneira. En una reunión en la Intendencia, los abogados Enrique Rodríguez y Esther Villagra rechazaron la posibilidad de la cuestión de privilegio y dijeron que Caliva sólo tenía una denuncia (se informa por separado).

“Me siento mal... ¡qué vergüenza esta falta de acompañamiento a las comunidades indígenas y a las mujeres! ¡Espero que recapaciten! ¡Nuestra gente merece respeto!”, exclamó la presidenta, Sonia Saavedra, compañera de bloque de Yapura Astorga y de Rivadeneira, al anunciar que los oficialistas habían bajado para ver a Acevedo. “Me abochorna que los ediles Monasterio, Vedia y Cruz no se identifiquen con lo nuestro. No fueron capaces de decir al ministro que tenían un compromiso importante”, dijo, con la mirada clavada en los invitados especiales: los caciques Santos Pastrana (Tafí del Valle) y Jonathan Rueda (La Angostura); la delegada de La Banda, Mónica Méndez, y los comuneros Marcos Pastrana, Fabián Andrada, Leo Monasterio y María Ángeles Centeno. Afuera había otros integrantes de las comunidades y activistas de los derechos de la mujer con banderas y expectativas.

Ni el secretario Rolando Álvarez se presentó a dar fe -permaneció en su escritorio y tampoco quiso, después, hablar con LA GACETA-. “Quiero sanciones para los concejales y Álvarez, y expresar mi dolencia como mujer e india tafinista... Estaba todo preparado: a la nota (de inasistencia) la presentaron a las 9”, reclamó Yapura Astorga. Mientras Saavedra controlaba el reloj, tomó la palabra el cacique Rueda. “Es la primera vez en la historia que el Concejo iba a reconocer el Inti Raymi. Era muy importante: tienen nuestro apoyo”, dijo. Luego, Marcos Pastrana, miembro del Consejo de Ancianos, añadió: “no quiero sentar una posición sobre el desaire, pero sí decir que con esta actitud (los ediles ausentes) niegan la esencia de la democracia, que es el debate”.

A las 10.30, la presidenta bajó la persiana a la sesión: se había agotado el tiempo. “Hay que seguir. Son 500 años, no vamos a abandonar la lucha ahora”, expresó Méndez. Luego, en una publicación en las redes sociales, la delegada negó que un sector del Concejo haya usado para sus fines políticos a las comunidades indígenas: “por favor, señor intendente, hágase cargo. Deje que las instituciones funcionen y que la Justicia investigue. ¡Quien nada debe, nada teme!” Antes de despedirse, Yapura Astorga pidió un jallalla (“viva” en quechua-aymara) a Pastrana y el cacique le entregó tres: con los brazos en alto y de pie, todos gritaron “con la fuerza de cinco leones juntos”.


Red de Mujeres

“Debemos pedir a todos que renuncien: nos están haciendo un daño terrible”

Mercedes Fernández, integrante de la Red de Mujeres, aguardaba afuera del recinto del Concejo Deliberante de Tafí del Valle la noticia de la adhesión a la Ley Micaela, que obliga al Estado a capacitar a sus agentes y autoridades contra la violencia de género. La caída de la sesión por la ausencia de quorum la enardeció. “Nos vamos indignadas por la falta de institucionalidad. Cometen error tras error. Hoy (por ayer) era una fecha importante para las mujeres y las mujeres indígenas, pero ellos (los ediles) mezclan todo. Debemos pedirles que renuncien: nos están haciendo un daño terrible”, opinó Fernández y se marchó.

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