Por Santiago Re y Luis Duarte 20 Junio 2020
CONTROLES y CONCIENTIZACIÓN. En calle Congreso al 500, en la capital, se montó uno de los primeros operativos de la jornada. la gaceta / foto de maría Teresa Pasquero
Fueron una especie de ensayo, pero controles al fin. Desde ayer, se inició con las inspecciones a los motociclistas, que deberán comenzar a respetar los requerimientos que impone la nueva “Ley Antimotochorros”. Las medidas se llevaron adelante en esquinas de distintos puntos de la capital: Marco Avellaneda y Perú, avenida República del Líbano y Paraguay, Muñecas y Uruguay, Congreso y Lamadrid, Suipacha y avenida Sarmiento y 24 de Septiembre y San Luis. Con el correr de las horas, estos puntos de control se fueron rotando a otros lugares de la ciudad.
“Me gusta lo que están haciendo porque le explican a la gente cómo deben circular. Uno nota, por las señas que hacen, por ejemplo, que instan al motociclista a que se ponga el casco”, señaló María Banegas, vecina de Villa 9 de Julio, sobre el procedimiento montado en Uruguay y Muñecas.
El comisario Víctor Castillo encabezó el control vehicular, que se desarrolló en esa esquina. “Las personas que utilizan la moto para trasladarse al trabajo suelen tener todo en regla. Hasta aquí venimos con un operativo tranquilo, en el cual sólo se secuestraron tres rodados que estaban circulando sin documentación. A los demás se les ha explicado cuáles son las nuevas obligaciones a tener en cuenta”, enfatizó.
Estos primeros controles se aplicaron a modo de ensayo. El objetivo fue dar conocer cómo se realizarán las requisas y cuáles son las nuevas reglas que deberá cumplir el motociclista. Los secuestros de vehículos concretados estuvieron vinculados a infracciones a la Ley Nacional de Tránsito.
“No se vieron muchos secuestros, en realidad. Al parecer, la gente que circula a estas horas tiene todo en condiciones. Sí se escucha que se les advierte sobre el uso del casco, que no todos utilizan y que es una norma se debe respetar. Por otro lado, me parece positivo tener presencia policial por estas calles”, dijo Juan Carlos Barrientos, también de esa zona. “Los puntos de inspección van rotando al parecer, lo cual es lógico. Ayer estuvieron sobre calle Bolivia, por ejemplo”, indicó el vecino.
En barrio Sur, sobre calle Congreso al 500, se realizó otro de los controles preventivos iniciales. A mitad de cuadra, los motociclistas que circulaban de a dos en un vehículo eran advertidos sobre la puesta en vigencia de la flamante ley y sobre la exigencia de sacar un permiso de traslado por cuestiones laborales o de situaciones especiales, como condiciones de salud.
“Me parece perfecto. Pusieron el control al frente de mi comercio y hasta aquí no hubo ningún inconveniente”, explicó el encargado de un gimnasio Matías Aparicio. Por su parte, Isabel Apud, enfatizó: “no sabía que estaban por el tema de la nueva ley, pero está bárbaro”. “La mañana viene tranquila, no parecen haber pasado sobresaltos. Espero que la medida dé resultados porque la situación está complicada, me contaba una cliente recién que anoche asaltaron a una chica frente a una peluquería de calle Lavalle. Hay que buscar una forma de detener la circulación a los que usan la moto para robar”.
El jefe de la seccional 2ª, Christian Peralta, quien supervisó los controles en barrio Sur, manifestó: “para la gente también es algo nuevo y sería algo violento salir a secuestrar motos de un día a otro. Sabemos que no a todos les llegó el primer mensaje, por eso estamos previniendo y concientizando a los motociclistas en esta primera etapa”.
Los motociclistas consultados dijeron en que el incremento de los controles en la capital no es un problema. El malestar de algunos pasó por el nuevo requisito de solicitar un permiso policial para poder circular en sus motocicletas, junto con un determinado acompañante. “Que hagan más controles está bárbaro. Es más, ojalá se amplíen y pongan puestos de control en los barrios. Eso no es problema si yo circulo con todo en regla. El tema es que tenga que sacar permisos para circular con mi familia. ¿Por qué? ¿Cómo influye eso en que haya menos motochorros?”, planteó Walter Pérez, un motociclista que buscaba lugar en una guardería de la zona de Tribunales.
Luís Jiménez rechazó rotundamente la nueva medida. “Me parece mal la exigencia del nuevo permiso, estamos perjudicando a las familias. Perjudicamos a los que se portan bien, porque al arrebatador esto no le influye. Si quieren atrapar motochorros tienen que ir a buscarlos y la Policía sabe dónde están, porque son siempre los mismos. La nueva ley está mal hecha; no todos somos rápidos con la tecnología o tenemos el tiempo para sacar un permiso nuevo. Que pongan los controles que quieran, la cuestión es que no van a obtener el resultado que dicen buscar”, dijo el conductor.
“Casco, chaleco y accesorios, como espejos o una luz rota. Si te falta algo tenés que afrontar una multa impagable. Creo que la norma fomenta el cohecho y nos discrimina al tratarnos a todos los motociclistas como delincuentes”, opinó Ricardo Burgos.
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