La noticia conmociona a todo Tucumán. Ayer, una niña de tres años ingresó muerta a la guardia del hospital Avellaneda y sus abuelos fueron aprehendidos debido a los signos de castigos físicos que presentaba la víctima. La fiscala Adriana Giannoni lleva adelante la investigación y podría acusarlos de homicidio debido al estado de abandono de la niña, que vivía con ellos en un asentamiento de la capital.
Tras el aberrante hecho, el abuelo de la pequeña señaló a los médicos que la había llevado al Avellaneda porque se había desvanecido ayer a primera hora. También relató que se mostraba decaída desde hace varias jornadas y por ese motivo la había llevado a un curandero para que la curara.
No se descarta que Érica -así se llamaba la niña- haya fallecido por desnutrición. Mientras los abuelos quedaron aprehendidos, la Policía busca a las hermanitas y a los tías de la niña, ya que estarían pidiendo limosna en la ciudad.
La madre de la víctima es adicta a las drogas y está en situación de calle, por lo que los abuelos estaban a cargo de la pequeña pero se investiga si no le brindaron la asistencia necesaria para vivir, dijeron los voceros.