San Martín: su pesadilla parece no tener final

“Estoy muy bien, no tengo ningún síntoma. Pero igualmente estoy aislado desde el lunes, cuando me enteré que a ‘Nico’ (Nicolás Castro) le había dado positivo”. Mientras aceleraba con los entrenamientos para ponerse a punto tras la cirugía de rodilla, Juan Orellana se encontró con un escollo inesperado: el central tuvo un breve contacto con el ahora volante de Arsenal y debió someterse a un hisopado para determinar si contrajo o no el virus.

“Lo crucé hace como 13 días, un rato nada más. Pero bueno, el doctor (Roberto) Guillén me recomendó que me aísle, que trate de no tener contacto con nadie y que me realice el hisopado. Yo estaba viviendo con mi novia, pero cuando me enteré de esta situación me fui a mi casa y estoy solo. No veo las horas de que me entreguen los resultados”, le confiesa, ansioso, a LG Deportiva.

Orellana se había cortado los ligamentos de una de sus rodillas antes del inicio de la última temporada. Justo cuando faltaban semanas para recibir el alta médica, la pandemia de coronavirus detuvo el fútbol y paralizó el país. Por eso, la espera se le hizo eterna y hoy tacha cada día que pasa esperando que todo vuelva a la normalidad para que su lesión también sea un triste recuerdo. “Si bien pasó el tiempo y estoy bien, todavía no tengo el alta médica porque para eso debo viajar a Buenos Aires y por ahora no puedo hacerlo por la pandemia”, relata resignado el nacido en Taruca Pampa y que debutó en la máxima categoría con el “Santo”, de la mano de Ricardo Caruso Lombardi.

Juan estaba poniéndose a punto justo cuando quedó en el ojo del huracán por haber estado en contacto con Castro. Este episodio lo privó de acelerar el proceso de retomar su mejor forma y lo obligó a detenerlo por unos días. “Estaba entrenándome de manera particular con algunos de los chicos que quedaron libres del club. Ahora no puedo hacerlo, por lo que no veo las horas de que me digan que no tengo nada y que puedo volver a trabajar de manera normal”, explica.

Su recuperación iba viento en popa. Orellana ya estaba trabajando de manera normal, los ejercicios iban aumentando su nivel de exigencia y él sólo esperaba poder volver a entrenarse de manera grupal. “La ansiedad me está matando. Ya estaba para volver a jugar cuando se dio el parate, ahora esto. Sin fútbol no se puede vivir, quiero volver ya”, ríe el central para no llorar.

Si bien no jugó durante el torneo, vivió de cerca un proceso casi histórico para el “Santo”. El equipo de la dupla marcó el rumbo durante casi todo el campeonato y exhibió un fútbol para el aplauso. Por eso Orellana considera que el TAS debería decretar la justicia que en AFA parecieran haber olvidado. “Estoy pendiente de todo esto, esperando una respuesta. Merecemos el ascenso”, sentencia, esperando poder cumplir más metas de la mano de San Martín. “Ya cumplí mi sueño que era debutar en Primera con la camiseta del club del cual soy hincha. Ahora sería hermoso poder volver a jugar en esa categoría”, agrega.

La lesión llegó en el momento menos pensado. Orellana se estaba afianzando en Primera y pedía pista para ganarse un puesto en el equipo. “Qué se le va a hacer, son los gajes del oficio”, se resigna y va por más. “Estaba a full, entrenándome de lunes a sábado, haciendo todo lo que me habían recomendado para volver con todo”, asegura. Claro, justo apareció el caso positivo de Castro, que lo obligó a detenerse por unos días.

Pero Orellana no es una persona de caerse ante la primera adversidad. Está con muchas fuerzas, esperando que la pesadilla se termine y que de una buena vez salga el sol; para él y para su amado San Martín.

Buscan “jugador”

A través de sus redes sociales, San Martín lanzó una movida para tratar de encontrar el representante del club en los torneos eSports. Los interesados pueden inscribirse en la web oficial de la institución.