Sin conectividad no hay educación ni exámenes

La pandemia del coronavirus ha dejado la escuela en la virtualidad de un día para el otro. Son los docentes, con su buena voluntad y creatividad, los que hacen posible el gran cambio para el que nadie estaba debidamente preparado. Ahora bien, sus fuerzas tienen un límite. Ellos no pueden dotar a los alumnos de las condiciones esenciales para poder estudiar, que son conectividad y dispositivos adecuados para poder conectarse a internet. Cierto es que en algunas escuelas los docentes hacen una suerte de “vaquita” para dotar de carga de datos a los alumnos con menos recursos. Pero no es lo que corresponde. La solidaridad no es la respuesta que se espera del Estado, sino el cumplimiento de los derechos y garantías de los ciudadanos. Uno de esos derechos es el acceso a la educación gratuita y obligatoria.

En ese sentido es casi incomprensible que con tanta ayuda en el marco de políticas sociales para hacer frente a la pandemia no se haya tenido en cuenta un apoyo específico para los estudiantes en la conectividad. Cierto es que desde la Nación se anuncia la llegada de 6.925 netbooks y de 2.616 tablets para los alumnos de Tucumán, en el marco del programa Juana Manso, anunciado en agosto. Pero no será para todos los alumnos, al menos en una primera etapa, sino solamente para los que cursan el primer año del ciclo orientado de la secundaria. Además todavía los equipos todavía no llegaron. Mientras tanto, los exámenes para rendir previas y completar carrera ya comenzaron. Hay alrededor de 10.000 jóvenes que necesitan rendir sus materias previas para poder concluir el secundario, cuyo título les permitirá seguir estudios superiores y/o conseguir trabajo. De hecho, muchos pasaron todo el año en situación de alumnos “condicionales” en la universidad hasta que aprueben las materias adeudadas. Esperaron gran parte del año sin que hubiera novedades sobre el llamado a exámenes. Hasta que con muy poco tiempo de anticipación, hace una o dos semanas, se enteraron del llamado a inscripción, con la sorpresa de que los exámenes son 100% virtuales. Tal como lo demostró la Evaluación Nacional del Proceso de Continuidad Pedagógica, la mayor dificultad que tienen los alumnos de Tucumán y de todo el país para contactarse con la escuela es de orden técnico, ya sea por la poca o nula conectividad a internet o por la carencia de dispositivos. De hecho, el recurso más usado según la encuesta fue, en todo el país, el celular. Pero no todos los alumnos cuentan con wifi en sus casas, una gran cantidad dispone únicamente de datos, lo cual resulta mucho más honeroso a la hora de bajar aplicaciones como Zoom o Google Classroom o hacer una videollamada. En muchos casos los alumnos no cuentan con un celular propio o sus dispositivos son básicos y no permiten acciones como las antes mencionadas.

La resolución N° 79 del Ministerio de Educación de la Provincia exige que los alumnos se conecten por lo menos 10 minutos antes del horario designado para el examen hasta que les tomen asistencia y que después vuelvan a conectarse para la evaluación propiamente dicha. Esto requiere un gran consumo de datos que muchos alumnos no pueden afrontar. Si bien la disposición prevé ayuda de comunas y municipios eso no ocurría hasta este momento, por lo que muchos alumnos no podrán rendir. Esperamos que, cuanto antes, el Estado salga a facilitar las herramientas tecnológicas necesarias para que en Tucumán se garantice plenamente el derecho a la educación.

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