Dengue: no hay que subestimar el escenario

28 Septiembre 2020

La buena noticia llegó la semana que pasó de la mano de investigadores del instituto Miguel Lillo. En base a recorridos y estudios de campo que llevan adelante expertos de la Unidad Ejecutora Fundación Miguel Lillo-Conicet en vinculación con el Laboratorio de Virología del Siprosa han podido confirmar que no hay presencia del Aedes Aegypti en la provincia, aunque sí de otros ejemplares.

Y si bien la noticia aporta cierta tranquilidad no es conveniente subestimar el escenario. Tucumán tuvo en junio de este año un pico histórico en el número de contagios superando los 7.800 casos, 1.000 personas internadas en estado grave y cuatro muertes.

“Teniendo en cuenta el aumento de las temperaturas, nos da cierta tranquilidad”, explicó María Julia Dantur en una entrevista en “LA GACETA Central”. Pero una sola lluvia fuerte puede cambiar el panorama.

La bióloga explicó que desde septiembre del año pasado investigan la circulación del mosquito transmisor del dengue y hasta el momento no hay presencia de formaciones adultas en Tucumán. Por eso, resaltó la importancia de realizar tareas preventivas y concientizar a la población, básicamente, para no caer en errores pasados.

No empezar a tiempo con los trabajos, de manera coordinada, desencadenó en el verano de 2020, un brote de dengue sin control, justo en medio de la pandemia por el coronavirus. Tucumán fue la tercera provincia más afectada. Hubo alrededor de 25.700 casos confirmados en Argentina, y más de 52.600 sospechosos.

Para el dengue no hay tratamiento ni vacuna, y transitar la enfermedad es muy doloroso. La única manera de frenar los contagios es eliminando al mosquito transmisor de la enfermedad y para eso el compromiso debe ser compartido. Este mes, provincias como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Jujuy, Catamarca, Santiago del Estero, Formosa, Neuquén y La Pampa comenzaron con tareas de detección, fumigación y descacharrado.

En Tucumán también, y en el área de Prevención de Riesgos Ambientales del Siprosa realizan el denominado control focal. Julieta Migliavaca, coordinadora de esos operativos, contó a nuestro diario que se han visitado cerca de 500 zonas críticas en la capital y Gran San Miguel. También se colocaron ovitrampas para atraer al mosquito para que ponga sus huevos en esos lugares.

¿Es suficiente? ¿Estamos a tiempo de contener la llegada del mosquito? Algunos investigadores observan falta de coordinación entre las reparticiones que encaran la tarea y cierta despreocupación de los tucumanos. Giselle Rodríguez, investigadora del Instituto Superior de Entomología de la Facultad de Ciencias Naturales, y especialista en aedes aegypti, llevó un poco de tranquilidad en cuanto a que no se espera una epidemia de dengue inmediata. “Debe pasar un tiempo entre una y otra. Pero eso no significa que no tengamos que prevenir. Los ciclos entre epidemias se van acortando”, dijo. Advirtió que aunque el mosquito no se cría en los canales o ríos, “todos esos lugares están ligados a las viviendas de las personas que viven en la zona. El patio trasero es el canal que tiene residuos, acumulan agua, y ahí crían mosquitos. El aedes aegypti aprovecha la basura, y cada vez hay más personas que viven rodeadas de basura”. El desafío es no dormirse en la tranquilidad de que no esté el aedes, y y extremar las medidas de precaución.

Comentarios