El 12 de mayo se conoció la noticia de que Ferrari no renovará el contrato de Sebastian Vettel. La temporada aún no había comenzado y la pregunta ya estaba en el aire: ¿cómo será la relación del piloto y la escudería durante lo que falta de 2020?
Seis meses después y a cuatro carreras del final de temporada tenemos la respuesta a esa pregunta: la relación es mala. Sebastian se despide de Ferrari sintiendo que todo el año le jugaron en contra y motivos tiene. Un buen ejemplo es lo sucedido el domingo pasado en Imola. En carrera, hizo un tramo de 40 vueltas sin parar. Estaba quinto cuando entró a boxes. Si todo hubiese salido bien al salir quedaba noveno pero no fue así. Un problema con el montaje del neumático delantero derecho le hizo perder 13 segundos en boxes y siete posiciones. De nuevo en carrera a través de la radio, Vettel le dedicó unas palabras a su ingeniero: “lo intenté. La carrera fue buena antes de la parada en boxes, pero no te preocupes. Gracias a Claudio. Gracias por todos estos años, eres un caballero”. Claudio Bersini es el mecánico que se encarga del montaje de ese neumático. Sebastian es un cuádruple campeón del mundo que ha demostrado en muchas oportunidades que es una persona amable, respetuosa y trabajadora. No usa redes sociales de ningún tipo (algo muy peculiar) y mantiene un nivel mediático muy bajo. Por el lado de la Scuderia hay una trayectoria de malas despedidas con pilotos. Dos buenos ejemplos son Felipe Massa y Fernando Alonso, quienes vivieron situaciones muy similares. Pero lo de Ferrari con Vettel no es sólo este tiro de errores. También es el auto.
En todas las clasificaciones de 2020, Leclerc ha clasificado por delante de Vettel. En el Autódromo Enzo e Dino Ferrari, el joven de Mónaco metió un increible 1’14”616 que lo depositó en P7, mientras que Sebastian sólo pudo sacar un 1’15”385 para largar en P12. Son 769 milésimas de diferencia. Es demasiado para dos buenos pilotos con el mismo auto. ¿Se olvidó de manejar Vettel? ¿Tienen el mismo auto?
Después de la carrera en Portugal, Vettel declaró: “no puedo hacer nada contra Charles, él juega en otra liga” haciendo una referencia clara a la diferencias en los monoplazas. El jefe del equipo de Maranello, Mattia Binotto, le contestó: “los coches de ‘Seb’ y de Charles son idénticos, sin duda. Espero sinceramente que Sebastian pueda llegar a la siguiente ronda en la clasificación y demostrar más de lo que es capaz de hacer durante la carrera. Charles lo está haciendo realmente bien, pero tal vez esperamos algo más de un segundo piloto”. La frase final es fulminante. ¿Sebastian Vettel es el segundo para Binotto? Claramente lo es.