Desalojaron un predio de la UNT en Horco Molle

La Justicia Federal hizo levantar la casa prefabricada de una pareja que ocupaba el terreno y demoler la pared de los cimientos.

ANTES. La casita de Valdez, ubicada casi al borde del río Muerto.  ANTES. La casita de Valdez, ubicada casi al borde del río Muerto.

La Justicia Federal hizo desalojar un predio de Horco Molle que estaba ocupado desde hacía al menos un año en la zona Potrero Viejo, a unos 700 metros al oeste del CAPS que está ubicado junto a la ruta 339 en el terreno de la Universidad Nacional de Tucumán. En el operativo, que se realizó el viernes, se desarmó la casa prefabricada que el ocupante, Néstor Vargas (de 24 años), y su compañera, Guadalupe Ávila (19), habían erigido. Las maderas de la casita quedaron en un terreno contiguo, tapados con una lona. Anteayer fueron desarmadas las paredes bajas de los cimientos. “Esto continúa la política de las autoridades universitarias en defensa del patrimonio. Hay una comisión que pone en orden las escrituras que posee la UNT y también debe evitar que continúen las usurpaciones”, dijo José Hugo Saab, secretario general de la UNT.

La orden del juez Raúl Daniel Bejas determinaba el “lanzamiento” de los ocupantes, tras haber sido constatado el uso del predio en agosto y haber sido intimados Vargas y Ávila en octubre. “No nos dieron tiempo para irnos. Nos dijeron que teníamos dos horas para desarmar la casita o la destruían”, dijo Vargas. “Es injusto. A mí me ha llegado de lleno todo y no a ninguna de las casas que son de gente que se ha instalado y que no son de acá”. Ambos son hijos de pobladores del barrio que está en los terrenos de la UNT en Horco Molle. Juan Vargas, padre de Néstor, vive a pocos metros del CAPS y en ese sector entre la ruta y el río Muerto hay varios familiares suyos. “Yo vivo acá hace 52 años, y puse mi casa en un terreno a la par del de mi padre, que vivía de antes acá”, explicó. Según Juan, el terreno que fue desalojado está en la ribera del río Muerto, y no está dentro del predio de la escuela de Agricultura ni en el del parque Sierra de San Javier. “Es la ribera del río”, enfatizó.

DESPUÉS. La casa fue desarmada y se demolió la pared de los cimientos. DESPUÉS. La casa fue desarmada y se demolió la pared de los cimientos. LA GACETA / FOTO DE ROBERTO DELGADO

Néstor Valdez había estado trabajando como voluntario con los guardaparques en los últimos cinco años, dice. “En negro. Cuando puse la vivienda me dijeron que opte entre la casa y el trabajo”. Guadalupe añadió que la parte baja del barrio, donde está la cancha, “ya está ocupada con gente que vino de los barrios Nicolás IV y 11 de Marzo”.

Al respecto, Saab dijo que “en todos los casos de ocupaciones hemos hecho presentaciones judiciales para evitarlas”.

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