San Martín debe olvidar lo que pasó y cambiar muchas cosas

La derrota con Dálmine fue el golpe final de un año en lo que le salió todo mal. El grupo debe buscar soluciones urgente.

POCA PARTICIPACIÓN. Durante el primer tiempo, Gallucci casi no tuvo trabajo. En el complemento, no logró acomodarse. POCA PARTICIPACIÓN. Durante el primer tiempo, Gallucci casi no tuvo trabajo. En el complemento, no logró acomodarse. LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ

Si San Martín arrancó el torneo con la moral baja por todo lo que sucedió desde que la pandemia detuvo la temporada de la Primera Nacional, los resultados negativos que encadenó el equipo en estas cinco primeras fechas fueron un mazazo casi de nocaut. Cuatro derrotas sobre cinco presentaciones resultan demasiado para el ánimo de un grupo que no logra encontrarse a sí mismo.

Anoche de nada le sirvió que durante el primer tiempo haya mostrado una cara totalmente diferente a la que había dejado en las primeras fechas. Un nuevo error, producto de la impotencia por disponer de la tenencia del balón sin saber cómo hacer para vulnerar el arco “violeta”, fue suficiente para volver a pisar en falso.

Más allá que durante la primera mitad el “Santo” no haya podido traducir en el resultado su superioridad, había mostrado otra actitud y otro juego. Los ingresos de Tino Costa y Gonzalo Rodríguez le habían aportado el juego y la sorpresa que hasta acá le había faltado. Además, Juan Imbert y Claudio Mosca habían encontrado socios para poder generar el fútbol que hasta acá había estado oculto.

Pero lo que no logró cambiar tampoco en esta ocasión fue el escaso poder de fuego. Un sólo gol en 450 minutos es demasiado poco. Anoche ni Ramiro Costa, ni “Turbo”, ni Mosca, ni Lucas González ni Ricardo Noir lograron acertar un pleno. Nada. Y eso que los dos últimos tuvieron ahí un empate que le hubiera dado algo de justicia al duelo. Pero no.

Un error increíble en una salida que no aparentaba traer demasiado riesgo, le permitió a Villa Dálmine llevarse el premio mayor de La Ciudadela. Ni Matías Fissore, ni Maximiliano Martínez ni Emiliano Purita lograron sacar lejos el balón y Sergio Sosa aprovechó su chance y de cabeza puso el 1-0.

Para colmo, el San Martín con otra actitud y otro juego se había quedado en el vestuario. Si bien el gol “Viola” llegó en la última curva del juego, San Martín ya estaba algo perdido en la cancha, desde el inicio del complemento. La visita se había adelantado en el campo y le había cortado el circuito de juego al “Santo”.

Quizás en el primer juego del mini torneo, en el que la dupla logró utilizar el equipo que más se asemeja al “ideal” (al margen de que no pudo contar con Juan Orellana por lesión), y en el que San Martín había mostrado otra cara, el gol visitante fue un uppercut al hígado. El 0-1 en la pizarra reavivó todos los fantasmas de un equipo que no logra salir del pozo.

Si luego de la derrota en Junín, el objetivo grupal había sido prepararse de cara a los mano a mano, ahora Favio Orsi y Sergio Gómez deberán trabajar en búsqueda de la tranquilidad y de levantar anímicamente al grupo. Un nerviosismo que quedó en claro cuando, con Marcelo Ojeda vencido y casi pisando la línea de sentencia, Noir inexplicablemente tiró por arriba lo que era el empate.

Un golpe tras otro parece demasiado para San Martín. El golpe que le propinó Dálmine termina cerrando un 2020 que en Bolívar y Pellegrini intentarán olvidar rápidamente.

El Año Nuevo debe llegar con aires renovados. Los entrenadores y el plantel deben hacer borrón y cuenta nueva. Para encaminar el rumbo será clave recuperar la autoestima, aceitar el juego y olvidarse de todos los golpes que recibió el club en el último tiempo.

El futuro está en sus manos, pero para lograr que la historia tenga otro final, deben cambiar varias cosas.

Rincón “santo”

La lesión de Imbert

Juan Imbert dejó el campo de juego en camilla (foto) y su lesión preocupó a todos. El futbolista explicó que se le trabó la rodilla cuando fue a trabar una pelota. En el vestuario le colocaron una férula para inmovilizar la zona y hoy se le realizarán estudios para determinar la gravedad del problema.

San Martín debe olvidar lo que pasó y cambiar muchas cosas

Rafaela sigue firme

La dupla goleadora que componen Claudio Bieler y Enzo Copetti sigue encendida. Con un gol de cada uno -el exSan Martín anotó de penal-, Atlético Rafaela le ganó en su estadio a Gimnasia y Esgrima de Mendoza por 2 a 1 y se afirma en la cima de la Zona B. Hoy jugarán Riestra-Sarmiento (a las 17.10) y mañana, Tigre-Defensores de Belgrano (19.20).  Por la zona A, Atlanta igualó 1 a 1 con Temperley y Estudiantes de Río Cuarto venció 1 a 0 a Ferro. Hoy jugarán Platense-Agrupecuario (a las 17.10) y Morón- Estudiantes de Caseros (21.30). Las posiciones: Agropecuario 9. Estudiantes (C) y Platense 8, Atlanta y Temperly 5, Estudiantes (RC) 4, Ferro 3 y Morón 2.

Hasta el próximo año

El plantel tendrá descanso hoy y mañana volverá a entrenarse pensando en el partido contra Riestra, que en principio se jugará el sábado 2 de enero del próximo año. Luego cerrará esta fase frente a Gimnasia. de Mendoza.

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