24 Enero 2021
TÍTULO BIEN MERECIDO. Defensa y Justicia proyectó un trabajo a largo plazo, serio y muy a conciencia; así sumó la primera estrella internacional de su historia.
Los gritos Adonis Frías, de Braian Romero y de Washington Camacho y la cara de felicidad de Hernán Crespo resumen lo que significa para Defensa y Justicia este título. Un equipo que desde el sufrido sur del conurbano bonaerense logró superarse y crecer con el perfil bien bajo hasta llegar al cielo.
El 23 de enero de 2021 quedará grabado a fuego en la historia del “Halcón”. Ayer, en el majestuoso “Mario Kempes” salió a comérselo crudo a un Lanús que se sorprendió con la propuesta del vencedor. Un 3-0 claro que es justo, pero que se queda corto porque Defensa maniató y, sin ser avasallante, lo superó claramente al “Granate”.
No le importó que Lanús haya tenido más experiencia en este tipo de duelos. El “Halcón” le perdió el respeto y le discutió la corona desde el primer momento.
El título no es algo que le cayó del cielo al equipo de Florencio Varela, sino que es el reflejo de años de trabajo constante, en lo que su dirigencia mantuvo una línea, sin perder la identidad; trabajando con humildad y perfil bajo y sin apostar a nombres rutilantes.
Desde que llegó a Primera división allá por 2014, Defensa realizó un trabajo “hormiga”. Primero se asentó en la nueva categoría y, cuando se sintió con las armas necesarias apostó a algo más. Siempre respetó una línea; ascendió bajo el mando de Diego Cocca y en la elite pasaron Darío Franco, Oscar Flores, Ariel Holan, Sebastián Beccacece (en dos períodos), Nelson Vivas, Juan Pablo Vojvoda y Mariano Soso; hasta llegar a Crespo. Todos entrenadores, que detalles más, detalles menos, pregonan una similar idea de juego.
Con pasajes de buen fútbol, con un esquema intenso, agresivo y en el que el orden táctico es esencial, el “Halcón” ayer tocó el cielo con las manos. Sí, un equipo que se forjó en medio del barro y que sudó la gota gorda para lograr cualquier objetivo, ayer se encontró cara a cara con la gloria (y no la soltó). Defensa es un ejemplo de cuando las cosas se hacen bien, los objetivos siempre llegan.
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