“Señor Grandi: no todo en la vida es económico”, afirmó el dueño de una casa derrumbada

Eduardo Méndez declaró como testigo en la causa por el siniestro registrado en 2014.

Edificio de Grandi Edificio de Grandi
20 Febrero 2021

“Señor Grandi, no todo en esta vida es económico. Nosotros nos esforzamos mucho para conseguir las cosas y usted ni siquiera nos pidió disculpas, ni tuvo una actitud humanitaria sobre lo que pasó. Para usted la culpa siempre la tienen los demás. Sólo espero que se haga justicia’’, expresó Eduardo Méndez, esposo de Noelí Cascales, durante la segunda jornada del juicio al arquitecto Miguel de la Cruz Grandi. Méndez es el dueño de la casa afectada en 2014 por un derrumbe de la obra situada en la calle Virgen de La Merced 281-285 .

Citado como testigo por el abogado querellante, Joaquín Olaizola, Méndez, quien en la noche del siniestro se encontraba en su casa junto a su esposa e hijo, narró cronológicamente lo ocurrido al momento del desplome de una pared.

Contó que previo al derrumbe, junto con su pareja habían notificado a la empresa constructora de la aparición de grietas en las paredes de su casa, derivadas de una excavación que se realizaba en el terreno donde Grandi construía un edificio. A la espera de soluciones por parte de la firma, la familia decidió permanecer una noche más en su domicilio, pero la presencia de arenilla en el ambiente y una fuerte explosión que se produjo posteriormente, llevaron al matrimonio a dejar la vivienda lo más rápido posible.

La obra había sido clausurada meses antes del derrumbe, y Jorge Luna, que trabaja en la Dirección de Catastro de la Municipalidad, fue quien la inspeccionó al momento de su reanudación. En el informe escrito por el testigo Luna, el 7 de febrero, se dejó constancia de que la medianera contigua al edificio en Virgen de La Merced 281, se encontraba en mal estado pero que el encargado de la edificación había asegurado que se volvería a hacer en los próximos días. Una semana después, se produjo el colapso.

“Nos dio un departamento para que vivamos pero se llovía entero. Tiempo después volvimos a nuestra casa y vimos la pared construida de nuevo a pesar de que nunca les dimos permiso para que ingresaran. Así nos robaron cosas de valor como joyas y artefactos eléctricos. Fueron siete años muy complicados; traer toda esta historia de nuevo al juicio es duro’’, expresó. El hombre señaló como uno de los posibles motivos del derrumbe el supuesto interés de Grandi por comprarles la casa. “Gente del rubro nos dijo que a veces hacen eso (debilitar la estructura ajena) a propósito para que no nos quede otra y les cedamos la casa por dos pesos’’, dijo.

El presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Tucumán, Luis Antolini, también participó de la audiencia como testigo, exponiendo sus conocimientos sobre patología de la construcción. Sin haber realizado un estudio de suelo previamente, Antolini diagnosticó que hubo un desplazamiento del mismo que provocó una falla en la submuración, es decir, en el muro que debería contener la estructura. “En este caso los tabiques estaban separados y no trabajaban de forma mancomunada. Este proceso de excavación en realidad se trabaja por parte, para que no haya riesgos. El colapso puede haberse dado por una excavación que no respeta el protocolo, o por un cálculo de volumen de hormigón insuficiente’’, evaluó.

Se desistió del testimonio del ingeniero en Higiene y Seguridad, Jorge Costa, ya que manifestó que actualmente brinda asesoramiento a Grandi.

Con cinco testigos más, el próximo lunes se dará continuidad a la causa y el miércoles, luego de los alegatos, el juez Eduardo Romano Lascano dictará sentencia. (Producción periodística: Milagro Assa Cotic)

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