Un prestigioso urbanista tucumano defiende que el Mercado del Norte conserve su funcionalidad

El arquitecto Torres Zuccardi indicó, además, que la recuperación del edificio, frente a su demolición, conlleva evidentes ventajas; en especial, por el enorme valor económico como activo físico.

OPINIÓN. Un prestigioso urbanista tucumano defiende que el Mercado del Norte conserve su funcionalidad. OPINIÓN. Un prestigioso urbanista tucumano defiende que el Mercado del Norte conserve su funcionalidad.

La decisión adoptada por las autoridades de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán -fundada sobre la base de informes técnicos-, de clausurar el Mercado del Norte hasta que se determine fehacientemente si el edificio corre riesgo de derrumbe o no motivó múltiples discusiones.

La más difundida tiene que ver con el futuro de los puesteros. Muchos de ellos son único sostén de su familia, y el desalojo les implicó quedar sin sustento, y tener que buscarlo en otro lado. Los funcionarios municipales -en especial, el intendente, Germán Alfaro- anunciaron que se iba a empadronar a los comerciantes, y que a algunos se los iba a reubicar en mercaditos de barrio.

Pero otro debate, igual de intenso, se desarrollaba en paralelo; sobre todo, acicateado por la vieja versión, renacida en el imaginario popular, de que las autoridades de la Municipalidad pretendían avanzar con un negocio inmobiliario. Particularmente, con la idea de que ese inmueble se transforme en un shopping.

Sobre la pertinencia o no de este eventual proyecto, LAGACETA.Com consultó al prestigioso urbanista tucumano Raúl Torres Zuccardi.

El arquitecto advirtió que el problema en cuestión encierra muchos aspectos; no solo en lo que respecta al edificio en sí, sino también a su relación con la sociedad y con la ciudad. "Todos estos aspectos deben ser considerados si se desea orientar el actual problema hacia su solución como proyecto urbano; o sea, como una acción sostenible en el tiempo, que satisfaga los puntos de vistas social y ambiental", indicó.

Por el contrario, consideró que si se lo orienta como una simple refacción, y eventuales refuerzos con "lavado de cara" se habrá pospuesto la verdadera solución por unos pocos años. "Aquí y ahora se requiere formular un proyecto integral, como cuando se produce una iniciativa de desarrollo económico-social, algo mucho más amplio que el proyecto físico, gráfico, de un edificio remodelado, o nuevo, y de sus instalaciones", explicó Torres Zuccardi.

Pero dentro del universo de aspectos a considerar, el arquitecto se focalizó en dos, sobre los cuales versaba la consulta de LAGACETA.Com. "Entiendo necesario exponer sobre dos factores generalizadores, según alternativas opuestas. Por un lado, hay que resolver si el Mercado del Norte debe ser mercado popular o gran superficie de venta, súper o shopping. Por el otro, si se debe recuperar y refuncionalizar el edifico existente o si este debe ser demolido para edificar uno nuevo", sintetizó.

Y a renglón seguido, pasó a exponer sus puntos de vista. "Sobre el primer punto, a partir de la significación social, ambiental, histórica, urbanística y económica demostrada a lo largo de los 80 años de vida del Mercado del Norte, así como por los requerimientos propios de su funcionamiento, me inclino a sostener la necesidad de mantener el carácter y funcionalidad de un mercado popular", manifestó, de manera tajante.

No obstante, subrayó algunas otras cuestiones, que no tienen que ver con lo arquitectónico o con lo urbanístico, sino más bien con lo jurídico contractual. "(Un mercado popular) con comerciantes independientes, debidamente encuadrados en un régimen de consorcio con participación municipal", consideró el varias veces consejero superior de la Universidad Nacional de Tucumán.

Sobre el segundo punto planteado el experto sonó igual de tajante, y rechazó cualquier posibilidad de demolición del inmueble. "Las ventajas de la recuperación y de la refuncionalización del edificio existente se hacen evidentes desde las primeras consideraciones. Esto es, dadas las posibilidades de adaptación que se advierten debido a su morfología, dimensiones, esquema de zonificación y estructura; pero, sobre todo, por el enorme valor económico remanente que presenta como activo físico", puntualizó.

Resueltos estos dos aspectos, Torres Zuccardi pidió a los funcionarios responsables de llevar adelante cualquier iniciativa en relación al Mercado del Norte que no tomen "atajos" en la ejecución de este. "Un proyecto de desarrollo requiere del análisis económico-financiero para las etapas de inversión y de posterior funcionamiento, y de la evaluación social que demuestren resultados positivos, así como del régimen contractual y de administración más conveniente que pueda aplicarse. El avance coordinado de las diferentes líneas de concreción del proyecto es una necesidad metodológica que no debe evitarse", afirmó.

En sus dichos posteriores quedó en claro por qué ponía énfasis en aquel pedido para los funcionarios. "Durante los últimos 50 años, el Mercado del Norte ha experimentado una deriva marcada por el desinterés municipal, que llevó a una gestión ineficiente, hasta dejar todas sus actividades y protagonistas en mínimos. En nuestra ciudad, desde aquel entonces, se desatendió revitalizar los mercados municipales, al contrario de lo que ocurre en otras ciudades argentinas y del extranjero. En ellas, como respuesta generalizada, moderna y ambientalista, se busca expresar y valorar la cultura local, la convivencia y la colaboración comunal con las formas de vida de las familias que habitan la ciudad", finalizó Torres Zuccardi.

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