San Martín: la intensidad no se negocia

De Muner quiere un San Martín explosivo y concentrado; en eso hizo hincapié durante la primera práctica. “Podemos tener el mejor equipo”, dijo.

PRIMER CONTACTO. De Muner fue presentado al plantel por Rubén Moisello y gran parte de la nueva CD. “Tomate” tomó la palabra y unos minutos después comenzó a tratar de imponer su estilo de juego. PRIMER CONTACTO. De Muner fue presentado al plantel por Rubén Moisello y gran parte de la nueva CD. “Tomate” tomó la palabra y unos minutos después comenzó a tratar de imponer su estilo de juego. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA

Respiraciones agitadas, caras de cansancio, signos de esfuerzo casi extremo. El primer entrenamiento “santo” con Pablo De Muner como DT fue al palo.

Luego de charlar con el grupo, el entrenador se puso manos a la obra con la intención de comenzar a imponer su idea. “No hay mucho tiempo, pero no me quejo. Sé que los chicos van a entender el mensaje y lo van a ejecutar rápidamente”, dijo “Tomate”.

Los primeros indicios sobre cómo intentará jugar el nuevo San Martín comenzaron a saltar a la vista desde la primera tarea que propuso el nuevo equipo de trabajo. Intensidad, explosión, presión sobre la pelota, regresos rápidos fueron algunos de los pedidos de Jorge Ribolzi, quien seguía de cerca los movimientos del plantel. De Muner, parado a un costado del campo junto a Nicolás Gianni, miraba con atención.

“Tocalo, tocalo; presión, presión”, arengaba “Rusito”. “A reposicionarse”, agregaba cuando la pelota cambiaba de bando.

“El fútbol es un todo y cada momento del partido es importante. Tenemos que tratar de dominar el juego al máximo, en todos los momentos. Cuando tenés la pelota y cuando no. Hablaremos con los jugadores, pero la clave es darle las herramientas dentro del campo. Deben saber que cuando se pierde la pelota es fundamental comprimirse para presionar; y ser intenso”, aseguró el nuevo DT, que en pocos días deberá trabajar para cambiar el chip. “Hoy, la intensidad de San Martín es baja y no podemos tener un equipo pesado en el que cinco atacan y cinco defienden; no. Atacamos todos y defendemos todos”, pidió.

Generar nuevos hábitos en sus pupilos seguramente llevará algún tiempo. Pero De Muner quiere que los cambios comiencen a verse desde el primer partido. “No tenemos el mejor plantel de la categoría. Pero sí podemos ser el mejor equipo”, había declarado en conferencia de prensa antes de dirigir su primera práctica.

Estuvo en cada detalle. Habló con varios futbolistas por separado, y dejó en claro que trabajará hasta en el más mínimo detalle. “No me gusta separar lo futbolístico del resto de las cuestiones. Muchas veces todo está vinculado con lo mental, y eso también hay que trabajar. Hablaba con (Marcelo) Estigarribia y me contaba que está con un problema con su nene. Quizás la gente no sabe esas cosas y no tiene por qué saberlas. Pero yo, como entrenador, tengo la obligación de estar encima y ayudarlo. No es fácil tener problemas y convivir con la presión que tiene esta profesión. Ahí también hay que mejorar”, sentenció.

El DT está conforme con lo que su equipo viene ofreciendo cuando tiene la posesión. “Juega bien, pero se puede mejorar. Hay que tener más verticalidad, generar mayores desmarques y tener más contundencia”, explicó, antes de resaltar otro punto a trabajar. “Debemos mejorar la atención; no puede volver a pasar lo de la última jugada con Chicago. En un minuto, podés tirar todo el esfuerzo a la basura. De a poco iremos mejorando cada punto”, concluyó De Muner que, desde el minuto cero, quiere imponer su idea.

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