Denuncia de la profesora: "se dio especial atención a la causa", dijo el fiscal

El titular de la Fiscalía en Violencia Familiar y de Género II explicó cómo se desarrolló el procedimiento y las medidas que se adoptaron.

25 Junio 2021

Luego de que se conociera el caso de Florencia, la profesora de inglés que denunció acoso por parte de un alumno, el titular de la Unidad Especializada en Violencia Familiar y de Género II, Gerardo Salas, explicó cómo se desarrolló el procedimiento penal y las medidas que se adoptaron y que derivaron al archivo de la causa judicial.

El funcionario judicial reconoció que el caso “presentaba similitudes superficiales a la causa Tacacho, al tratarse de una víctima profesora de inglés, de un denunciado: una persona con capacidades diferentes”.

“Esta persona (por el joven) se comunicó con la víctima, recomendada por otra profesora de inglés que no podía continuar con las prácticas. Coordinaron una clase virtual, pero nunca se conocieron personalmente. Después, esta persona con capacidades especiales quiso hacerle llegar un libro que utilizaba en las prácticas y abonarle esa clase para saldar la deuda”, inició.

El fiscal remarcó que el joven "insistió al no poder constatarse con ella" e intentó llevarle el dinero a la casa.  “Hubo una serie de discusiones telefónicas, lo que está documentado tanto por la parte denunciante como la denunciada. De esa conversación surgen dos puntos de vista. Una de ellas, la señorita se sintió acosada y perseguida por mensajes de WhatsApp y llamados telefónicos. La otra, la de los padres del chico denunciado, que  informaron que su hijo, dentro de su capacidad, quería sólo cumplir con la obligación de saldar la deuda y hacerle llegar el libro para las clases”, señaló.

El funcionario judicial indicó también que la profesora y los padres habían tenido contacto telefónico. En esa conversación, le dijeron que “iban a arbitrar los medios para que su hijo no se contactara más con ella”. Posterior a eso, abonaron el dinero por la clase vía transferencia bancaria.

“La última comunicación (entre el alumno y la educadora) fue el 24 de febrero a través de WhatsApp. El denunciado bloqueó a la denunciante porque sentía que había sido hostil la conversación”, agregó.

La Fiscalía dispuso custodia policial, que se mantiene hasta ahora en el edificio. También dispuso el archivo de la causa, ante los resultados de las medidas procesales. “Con lo que ella decía, se alertó al sistema. Es más, recibí llamados de organizaciones de defensa de derechos de la mujer y del personal de tribunales para que atienda la causa. En el acto, el 25 de febrero, una vez hecha la denuncia, se confirmó la medida de protección de persona, la restricción de acercamiento”, precisó Salas.

“En muchas oportunidades, la joven refirió que seguían las hostilidades, las amenazas, al igual que una serie de situaciones que siempre fueron atendidas de forma inmediata por la Fiscalía. Se dio un trato urgente y especial atención a la causa de Florencia. De hecho, se le facilitó el número de teléfono del coordinador de la oficina, quien en todo momento tuvo comunicación. Cualquier novedad, ella misma le comunicaba al secretario de forma directa”, enfatizó.

El fiscal indicó que durante el proceso se habían concretado al menos dos reuniones con la víctima. “Siempre se la recibió con el equipo de contención y asistencia a las víctimas del Ministerio Público Fiscal (MPF). Ella estuvo acompañada a la vez por personas de su confianza”, indicó.

Salas desestimó los dichos de la mujer, respecto de que “el fiscal le habría manifestado tramitar la portación de armas para la defensa”. “Le dije que, como Fiscalía, teníamos atribuciones para garantizar su protección y que las íbamos a arbitrar de forma inmediata, sin perjuicio de lo que ella podía hacer para garantizar su protección. Pero de ninguna manera se le aconsejó que haga eso como medida para que quedara a su suerte”, aclaró.

Asimismo, remarcó que el personal de consigna y custodia “ha seguido la causa” y  se había informado que “en ninguno momento ha habido alguna clase de incidente”.  “Ella refirió que personas intentaron ingresar al edificio. Eso fue investigado debidamente, pero no hubo novedad. No hubo prueba concluyente tras la investigación. Todo eso fue volcado en el escrito por el cual se dispuso el archivo de la causa”, aclaró.

Sobre las llamadas que había recibido Florencia a través de distintas líneas telefónicas, el funcionario dijo que se había solicitado a las compañías de celulares información sobre los números, tanto titularidad como el uso. “El personal técnico del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) realizó los informes técnicos y se determinó que sí habían tenido comunicación con la línea de la víctima en distintas oportunidades, antes de la radicación de la denuncia y no posterior. Mucho menos, después de que se disponga la medida de protección”, acotó el fiscal, quien agregó que las llamadas no estaban vinculadas al acusado, sino a otro tipo de maniobras y orígenes.

Por otro lado, Salas hizo hincapié en que la denuncia de la profesora por mensajes en la red social Instagram, con fotos de mujeres golpeadas, no constaba en la causa.

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