La alianza Alfaro-PRO y una “co-intervención” en la UCR

¿El oficialismo se escinde y la oposición se reagrupa? Cuando todo parecía indicar que iba a ser a la inversa, los sucesos recientes sacudieron el mapa político local y dejaron un final con escenario abierto. Lo que asoma como una certeza es que en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 12 de septiembre habrá un nutrido número de boletas de precandidatos a senador y a diputado en cada cuarto oscuro de Tucumán.

El viernes pasado, el vicegobernador Osvaldo Jaldo le anunció a su “tropa” que su espacio competirá en los comicios nacionales de este año, aunque advirtió que no está dispuesto a jugar en la interna del Partido Justicialista (PJ) contra el “aparato” que responde al gobernador, Juan Manzur. "Yo les puedo asegurar que, sin este grupo, no le va a ser fácil ganar al oficialismo en las próximas elecciones”, afirmó el presidente de la Legislatura ante sus congresales y sus legisladores. Y en la oposición coinciden con ese análisis.

En Juntos por el Cambio (JxC) de Tucumán comienzan a definir estrategias y nombres. Mañana habrá una reunión clave. Está previsto que los representantes de los espacios que finalmente formen parte de la alianza opositora firmen el “acta fundacional”. Y si bien la interna justicialista no es el único factor, en el frente macrista tienen en cuenta la oportunidad valiosa que se presenta. Es poco probable que, con Manzur y Jaldo divididos, el PJ-Frente de Todos supere en las PASO la barrera de los 45 puntos, como viene sucediendo en las últimas votaciones. Es incierto aún hasta qué punto podría afectar a la lista de la Casa de Gobierno un armado de la Legislatura. Pero, ante esta coyuntura, si los partidos de la oposición coinciden en una interna, tienen muchas más chances de acercarse en la sumatoria global a la nómina del peronismo que más votos consiga. Las perspectivas de cara a las generales, en este caso, serían esperanzadoras.

Pero, ¿es factible que las distintas corrientes de la Unión Cívica Radical, el PJS de Germán Alfaro, el PRO e inclusive el bussismo –entre otros partidos- acepten dirimir el armado de las nóminas a través de las primarias? Hay datos importantes que alimentan la posibilidad de acuerdo. Pero también asoman obstáculos que podrían frustrar la conformación de un frente amplio en la oposición tucumana.

El radicalismo se encuentra intervenido en Tucumán. Y el mandato del titular provisorio, el canista José Francisco “Lucho” Argañaraz, ha caducado. Ahora, el presidente de la UCR nacional Alfredo Cornejo debe definir quién será el “correligionario” o “correligionaria” que tendrá la facultad de firmar acuerdos y alianzas con otros espacios en el ámbito provincial.

Si bien el partido de Hipólito Yrigoyen tiene incontables vertientes en Tucumán, hay dos grandes espacios que se disputan el control de la sede de Catamarca 851. Y existen chances de que ambas estructuras cuenten con un representante; es decir, que se designen dos “co-interventores”.

Uno de ellos respondería al diputado José Cano, que se mueve en tándem con la senadora Silvia Elías de Pérez. El otro, a la dupla de los intendentes Mariano Campero (Yerba Buena) y Roberto Sánchez (Concepción). Por el lado del canismo impulsan la continuidad de Argañaraz. Campero, por su parte, sería quien asuma el rol de armador “formal” por la corriente de los jefes municipales. Hasta ayer, lo más probable era que se enfrenten en las PASO. El esquema estaba más o menos claro: Cano apuntaba a volver al Senado, intercambiando así roles en el Congreso con Elías de Pérez. En la otra vereda, Sánchez aparecía liderando el armado para la Cámara Alta. Todavía no había definiciones sobre quién iría como postulante a Diputados. El propio Campero podía ser una opción. Incluso, la dupla de intendentes insistía con que todavía no estaba descartada una alianza con el republicano Ricardo Bussi, algo que, a estas horas, parece virtualmente imposible.

Ayer, sin embargo, algo terminó de acercar a las duplas Cano-Elías de Pérez y Sánchez-Campero: con el principio de acuerdo con el PRO, el intendente Germán Alfaro evidenció su decisión de competir dentro de JxC.

Para hacer frente a la estructura municipal, los radicales evaluaron el panorama y decidieron “cerrar filas” en una nómina única. Por supuesto, algunos deberían resignar los lugares que ofrecen mayores posibilidades. Pero en la UCR entienden que sería un error darle la ventaja al PJS de competir divididos.

En la sede de 9 de Julio y Lavalle afirman que la reunión con el jefe de Gobierno porteño y referente del PRO, Horacio Rodríguez Larreta, impulsó la posibilidad de que Alfaro participe de los comicios bajo el paraguas de Juntos por el Cambio.

Fiel a su estilo, el intendente trató de analizar la jugada hasta el último minuto de partido, de definir a su propio tiempo. Pero se le agotó el margen de acción. Por un lado, por la reunión de mañana de JxC. Pero sobre todo porque los tiempos para el trámite legal ante la CNE para la inscripción de alianzas no permite dilaciones.

Aunque el líder del PJS tenía un plan “B” (lanzarse por fuera de la alianza; negaron chances de un acercamiento con el jaldismo), un mitin de dirigentes del PRO en Concepción terminó de aclarar el panorama.

Ayer a la tarde, en el alfarismo recibieron un llamado que daba por hecha la alianza con el macrismo. Hoy, el órgano partidario del PRO-Tucumán autorizará a su titular, Ramiro Beti, a firmar acuerdos con otros espacios. Todavía no hay definiciones sobre las listas, pero en el partido que preside Patricia Bullrich tienen la expectativa de que sean lugares “salibles”. De confirmarse esta alianza, es también factible que el propio macrismo se escinda. Ciertos dirigentes, como el ex legislador Alberto Colombres Garmendia, se mantienen cercanos al radicalismo; así, no se puede descartar finalmente el PRO se reparta entre las distintas nóminas de JxC.

Si llegara a confirmarse que la UCR -en una sola nómina o divididos- y el alfarismo -que ahora buscará asegurarse al CREO y a la DC- competirán en internas, en el frente opositor también deberán acordar el formato de conformación de la lista de candidatos. Aunque está contemplado el sistema de distribución proporcional bajo el método “D’Hondt” -lo que seguramente derivaría en un “mix” de postulantes de los distintos espacios-, algunos dirigentes ya están proponiendo por lo bajo que la definición sea por lista completa. Es decir: el que gana las PASO, pasa a las generales. Esta opción está aún lejos del consenso. Todavía no hay nada definido, pero entre los armadores ya comenzaron a barajar alternativas para dirimir este asunto clave.

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