El futuro de Messi: ¡Oh la lá, París!

A la llegada del crack a PSG sólo le falta la confirmación oficial.

EL DOLOR DE LA PÉRDIDA. Los medios de prensa del mundo, sobre todos los españoles, quedaron perplejos por la salida del rosarino del club de toda su vida. EL DOLOR DE LA PÉRDIDA. Los medios de prensa del mundo, sobre todos los españoles, quedaron perplejos por la salida del rosarino del club de toda su vida.

Hoy o mañana, anuncio. Martes, presentación en la Torre Eiffel, en medio de un mega evento. Paris Saint Germain es, aseguró un tuit de un familiar del dueño del club, el nuevo equipo de Lionel Messi. Con un contrato de dos años con opción a un tercero, por cifras no reveladas. Aunque Chelsea -con los millones del ruso Roman Abramovich- haya querido meter fichas, ya fue. Hasta Manchester City se autoeliminó, a través de declaraciones del DT, Pep Guardiola. Esta vez, el músculo económico hiper desarrollado de Qatar y su jeque Emir Tamim bin Hamad Al Zani, dueño del club parisino, pudo más. Eso, con una influencia argentina insospechada e inesperada: Gastón Gaudio.

Sí, leyó bien. Por si acaso, vuelva la vista atrás y confirme el nombre escrito. Qué tiene que ver el “Gato” en esta mega operación, se preguntarán. El ex campeón de Roland Garros, hoy capitán de Copa Davis de Argentina, es amigo y socio de Al Zani en algunos negocios. Además, es fanático de “Lio”. Influenció tanto que, en una reunión con Nasser Al-Khelaïfi, presidente de PSG y ex tenista profesional, hasta ofreció colaboración dirigencial. ¿Qué tal?

Sábado 14, ante Racing de Estrasburgo, de local. Ese sería el día del debut, y el rival, para ver a Messi con la nueva camiseta (aunque no se descarta que haya que esperar algunos días más). El equipo parisino debuta hoy en la Liga francesa, visitando a Troyes.

PSG era el único club que podía afrontar una contratación de este calibre. No estuvo fácil la operación, por el Fair Play financiero que exige la UEFA. Ese mismo que precipitó la salida del rosarino de Barcelona. Pero la norma cuenta con grises. La maquinaria, que incluyó a abogados y contadores, trabajó a todo vapor y contrarreloj para encontrarlos. Como lo hizo, finalmente.

Era tal la confianza que existía en París que, cuando ayer a la tarde se conoció el tuit de Khalifa bin Hamad Al Thani, hermano del emir de Qatar, nadie se sorprendió. El hombre habló de contratación cerrada. Horas antes, las conversaciones fueron admitidas por el propio entrenador, Mauricio Pochettino. Pero había más señales: ¡se habló de qué número de camiseta lucirá Messi! Sobre esto hay una historia previa. Neymar le ofreció la 10, como una forma de convencerlo para que vuelva a ser su compañero. Pero “Lio” se negó a aceptarlo. ¿Qué dorsales quedan disponibles? Todos rarísimos: el 13, el 25, el 26, el 28, el 30, el 31, el 32, el 33, el 34, y así hacia arriba. Una posibilidad es que tome en cuenta su edad actual, 34. O podría optar por el 30, que lució en su debut oficial en Barcelona el 1 de mayo de 2005 ante Albacete. De todos modos, no está dicha la última palabra.

Los pesares de Barcelona, y de su gente, ya parecen haber quedado en la prehistoria. En este mundo de lo instantáneo, el futuro de Messi ya llegó. Paradojas del caso, ni él ni nosotros hemos podido quitarnos todavía (ni lo haremos) las magias y avatares del pasado.

Números en rojo

Joan Laporta, presidente de Barcelona, fue crudo: “el club tiene pérdidas de €487 millones, el legado financiero dejado imposibilitó renovar a Messi; la masa salarial, entre fichas y amortizaciones está desbordada”.

¿Y el “Kun”?

Barcelona sumó cuatro refuerzos, entre ellos Sergio Agüero. Pero por la crisis económica, no se sabe si los fichajes podrán ser inscriptos. Ante ello, el “Kun” estaría viendo la posibilidad de rescindir. De no creer.

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