Chicanas, indirectas y amagues de contrapuntos

Amagaron, pero no se animaron al choque directo. El manzurista Pablo Yedlin y el jaldista Juan Antonio Ruiz Olivares se respetaron en la mayor parte del debate de anoche, pero en los últimos segundos del espacio libre y a agenda abierta se lanzaron chicanas e indirectas. También al final, cuando le pidieron a los tucumanos el voto para las PASO, convocadas para dentro de 10 días.

En la primera confrontación, luego de rendir homenaje a los empleados de la salud, el precandidato a senador por Todos por Tucumán renegó del veto del gobernador Juan Manzur a la ley que daba estabilidad laboral al personal precarizado durante la pandemia. “El reconocimiento no sólo debe ser de boca, sino que tiene que pasar a los hechos”, insistió Ruiz Olivares, que antes había tirado un palo a la Casa de Gobierno (“lo triste es que -los postulantes- debían estar afiliados a un gremio”, indicó). Yedlin, en tanto, también rindió homenaje al personal de la salud que trabajó y trabaja durante la pandemia. Y le contestó al legislador señalando que “el proceso de desprecarización” del personal es constante (la ministra Rossana Chahla y el gobernador trabajan en ese sentido, agregó) y cuestionó al jaldismo en la Legislatura (“vota leyes demagógicas y sin sentido”, dijo). Luego, cambió de tema y se enfocó en sus proyectos en caso de ser elegido como senador.

El segundo round tuvo como eje las chicanas acerca de las partidas presupuestarias. Yedlin le dijo a su adversario electoral que hay que revisar el gasto legislativo. “Con $ 10.000 millones (de presupuesto anual), la de Tucumán es la Legislatura más cara del país”, afirmó el actual diputado nacional. Ruiz Olivares, que lidera la nómina de precandidatos de Todos por Tucumán, le recordó al actual diputado que durante ocho años fue secretario en la Cámara del actual gobernador Juan Manzur, que usaba el mismo porcentaje de asignación del gasto legislativo que el actual (4%).

El “Gallego” continuó con un tema que despierta suspicacias en el Partido Justicialista y que ha sido el detonante de la disputa interna entre el gobernador y el vice, Osvaldo Jaldo: la eventual reforma constitucional. El líder de Acción Regional se declaró reformista, pero no reeleccionista. Y aclaró que este no es el momento ni la oportunidad para introducir cambios a la Carta Magna. Yedlin, a su vez, expresó que no hay proyecto de reforma ni reelección. Pero no dejó pasar la oportunidad para pedir cambios en algunos institutos, además de cláusulas de transparencia, información y ética pública para saber cómo y en qué gasta la Cámara. Posteriormente, Ruiz Olivares se tomó revancha, al hablar de la inseguridad y de las promesas de campaña que hace Manzur para otorgar cargos y contratos, en vez de reforzar la dotación de agentes de Policía. “A mí me gustaría saber cuántos empleados tiene la Legislatura”, espetó Yedlin. “A mí me gustaría saber cuántos hay en comunas y los balances”, respondió Ruiz Olivares.

El final también fue de indirectas. Como la que tiró Yedlin a Jaldo (“no estamos pidiendo el voto para la gobernación de 2023”) o la que lanzó Ruiz Olivares (“me siento más joven que nunca y vamos a trabajar en el Senado por la vida”, indicó, en referencia al voto de Yedlin a favor de la ley del aborto).

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