Por Federico Diego van Mameren
14 Noviembre 2021
En cada elección la pregunta es ¿cuál es el mensaje de las urnas? ¿Qué le dijeron los electores a los candidatos?
Dijeron necesitamos que los dirigente dialoguen. Se acabaron los hegemonismos. Las preocupaciones que nos acucian exigen que los principales referentes del país se hagan cargo de los problemas.
Por eso el Congreso de la Nación tiene a sus dos cámaras sin posibilidades de funcionar con una sola fuerza. Ni Juntos por el Cambio ni el Frente de Todos van a tener quórum propio. Pero el mensaje es más duro aún porque van a tener que escuchar a la izquierda y a la derecha en la que se ha instalado Javier Milei. Si ellos pretendieran dialogar sólo con el Frente de todos o con Juntos por el Cambio, no alcanzará para tomar decisiones.
El resultado en Tucumán fue una verdadera sorpresa. No se esperaba una diferencia tan acotada en favor del oficialismo. Por eso cuando el jefe de Gabinete, a la sazón, gobernador en uso de licencia tuvo que poner la cara se ajustó a los resultados. Con otras palabras fue contundente al decir el peronismo cumplió. Debía renovar dos bancas de senadores y dos diputados y lo hizo. Es tan catastrófico el resultado en el resto del país que eso le alcanzaba a Juan Manzur para seguir sonriendo, aunque sea por unas horas.
Lo preocupante no fue el mensaje sino la voz del Presidente de la Nación. Alberto Fernández dijo cosas que no sabe si el resto de su coalición las avalará. Reconoció que hay que corregir el rumbo de la economía y que hay que sentarse a hablar con el FMI. También anunció que se debe abrir un diálogo con la oposición. Son tres ejes muy importantes para el futuro, el problema es si el presidente con su imagen por el piso tiene la fuerza para afrontar este nuevo rumbo. Esa respuesta empezará a dilucidarse mañana mismo.
Lo curioso de este domingo tucumano es que los que perdieron se fueron a dormir exultantes de alegría y con el sueño de que llegar al poder no es una simple ilusión. En cambio, los que ganaron abandonaron la Casa de Gobierno con un sabor amargo.
Cuando las pulsaciones empiezan a normalizarse empezarán a contestarse algunas preguntas:
¿Jaldo o Manzur es el responsable de esta situación? Los dos, pero por sobre todo porque la coalición a la que pertenecen perdió el timón por sus reyertas internas.
¿El líder de la oposición es Alfaro o Sánchez? Los dos, acaban de imponer una nueva estructura de poder en la oposición, pero si no logran ordenar los demás liderazgos este excelente resultado habrá sido sólo una noche de verano.
¿Qué pasará con Fuerza Republicana? Ricardo Bussi y su partido ha terminado siempre ayudando a los oficialismos de turno. Tanto Juntos por el Cambio como el Frente de Todos van a mirar a FR que no sacó los votos que esperaba.
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