Los necesarios debates en la educación rural

01 Diciembre 2021

Una singular situación se ha presentado con el planteo de las comunidades de Anfama y El Nogalito, ambas en ubicadas en sitios altos de la montaña, con respecto a los programas de estudios de sus alumnos, puesto que requieren que se los capacite en propuestas relacionadas con el trabajo en la tierra, la agricultura, el cuidado de los animales y oficios, y reclaman que la modalidad turismo no se corresponde con la realidad de sitios inaccesibles.

La problemática fue planteada durante una convivencia en la escuela de Anfama. El cacique de la comunidad indígena advirtió que, a causa del aislamiento de esa localidad que no tiene buenos caminos de acceso, “el turismo en estas zonas no existe... No nos interesa que nuestros hijos salgan con ese título, hemos pedido que nos pongan una agrotécnica. Los pueblos de la montaña vivimos de la agricultura”. Con él coincidió un docente oriundo de San José de Chasquivil, que dijo que la orientación “no tiene sentido porque aquí no se explota el turismo”, y que contó que “los chicos salen del secundario sin saber hacer nada, y lo que es peor, muchos terminan abandonando la escuela porque no tienen incentivo, no hay nada que les interese, no los preparan para la vida laboral”.

Al respecto, el director de Educación Rural explicó que se “pretende explotar el potencial turístico del lugar a través de lo que los estudiantes puedan ir trabajando en los diferentes espacios curriculares. También en la potencialidad de lo que puede resultar como microemprendimientos en este sector, mediante los espacios de Turismo y Desarrollo Sustentable, Servicio Turístico, Patrimonio Cultural turístico, Administración de Organizaciones Turísticas y Proyecto turístico sociocomunitario”. Dijo además que esto se enmarca en un proyecto de educación multinivel, “teniendo en cuenta la identidad comunitaria y cultural del lugar, como así también el potencial local para su desarrollo”. Añadió que desde hace tiempo Educación Rural realiza un trabajo mancomunado con el cacique y la comunidad y que “cada cambio en el formato escolar conlleva tiempo en lo normativo y legal para su concreción”.

La cuestión tiene una importancia sustancial para esta comunidad y para las otras del interior provincial. Se refiere a qué puede hacer el Estado para ayudar a potenciar el desarrollo general e individual en sitios alejados. El interior tiene carencias profundas que generan condicionamientos severos para sus individuos, obligados a trabajos de subsistencia en el campo, empleos precarios o en el Estado, y que los llevan, con doloroso pragmatismo, a desechar muchas vocaciones por irrealizables.

En este caso, concretar los proyectos exige saber cómo se van a realizar y si se acompañarán de obras esenciales como los caminos de acceso o la provisión básica de internet a la zona, lo cual hasta ahora ha sido solamente una preocupación de las autoridades pero no se ha traducido en hechos concretos. Se trata de una problemática más profunda que el debate momentáneo entre agricultura o turismo, sino de proyectos de desarrollo. En ese sentido, el área de Educación Rural no puede actuar sola, sino que su funcionamiento tiene que estar estrechamente conectado con las respuestas de los diferentes ministerios del Estado, para que las iniciativas tengan resultados concretos y permitan avizorar el desarrollo futuro.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios