Durante la misa de gallo que celebró hoy desde la basílica de San Pedro, el papa Francisco puso un especial acento en los pobres, y pidió que se dé dignidad al hombre mediante el trabajo.
"Acoger la pequeñez también significa abrazar a Jesús en los pequeños de hoy; es decir, amarlo en los últimos, servirlo en los pobres. Ellos son los que más se parecen a Jesús, que nació pobre. Es en ellos que él quiere ser honrado. Que en esta noche de amor nos invada un único temor: herir el amor de Dios, herirlo despreciando a los pobres con nuestra indiferencia", pidió el Papa en la misa que en la tradición católica recuerda el nacimiento de Jesús.
En una ceremonia, que inició a las 15.30 (hora de la Argentina), el pontífice encabezó su novena misa de Gallo como Papa para unos 1.500 fieles, pese a que la basílica de San Pedro puede albergar fácilmente 20.000 personas. Esta diferencia se debió al aforo impuesto, a raíz del crecimiento de la variante ómicron del coronavirus.
"Jesús nace allí, cerca de ellos, cerca de los olvidados de las periferias. Viene donde la dignidad del hombre es puesta a prueba. Viene a ennoblecer a los excluidos y se revela sobre todo a ellos; no a personajes cultos e importantes, sino a gente pobre que trabajaba. Esta noche, Dios viene a colmar de dignidad la dureza del trabajo. Nos recuerda qué importante es dar dignidad al hombre con el trabajo, pero también dar dignidad al trabajo del hombre, porque el hombre es señor y no esclavo del trabajo", profundizó.
La misa de Nochebuena se inició con la procesión del Papa hacia el altar mayor al son del canto de la "Kalenda", que en latín recorre desde la Creación hasta la noche en la que nació Jesús. "Dejemos atrás los lamentos por la grandeza que no tenemos. Renunciemos a las quejas y a las caras largas, a la ambición que deja insatisfechos", convocó el Papa.
Frente al altar central de la Basílica, en el que se desarrolló la ceremonia, 28 cardenales y casi 180 obispos y sacerdotes de todo el mundo, siguieron la ceremonia que marca el inicio de las celebraciones vaticanas para Navidad y Año Nuevo. "No perdamos de vista el Cielo, cuidemos a Jesús ahora, acariciándolo en los necesitados, porque se identificó en ellos", invitó también el Papa.
La agenda de celebraciones de Francisco continúa mañana al mediodía, cuando dirija su tradicional mensaje navideño, en el que repasará la preocupación del Vaticano por los conflictos en el mundo, e impartirá la Bendición Apostólica "Urbi et Orbi"; es decir a la ciudad de Roma y al mundo.
Y el domingo ofrecerá el Ángelus desde la ventana tradicional del Palacio Apostólico.
Antes de la celebración de hoy, Francisco reveló que lo hacen llorar las historias de adultos vulnerables y de niños que son explotados, al tiempo que aseguró que su deseo para Navidad se concentra en especial en los pobres, en los olvidados y en los abandonados. "En los pobres, siempre. Y después en los olvidados, los abandonados, los últimos y en particular los niños abusados y esclavizados", planteó el pontífice, consultado sobre a quién dirige sus pensamientos de Navidad, en una entrevista publicada hoy de forma conjunta por los diarios La Repubblica y La Stampa.
"Rezo a Dios para que esta Navidad transmita más generosidad y solidaridad a la Tierra. Espero que la Navidad caliente el corazón de los que sufren, y abra y fortalezca el nuestro para que arda en el deseo de ayudar más a los más necesitados", dijo.