La economía camina por la cuerda floja por la falta de acuerdos

El economista Gustavo Wallberg aseguró que el Gobierno y el FMI “necesitan mostrar un acuerdo”, pero remarcó que el Ejecutivo “tiene más presiones”.

EXPECTATIVAS. En el Gobierno confían poder llegar a un acuerdo con el FMI antes de marzo. EXPECTATIVAS. En el Gobierno confían poder llegar a un acuerdo con el FMI antes de marzo.

El acuerdo con el Fondo Monetario por la renegociación de la deuda no llega y la falta de previsibilidad se adueña día a día de la economía nacional. Ante la escasez de reservas para afrontar los próximos vencimientos y la falta de definiciones los fantasmas de una eventual caída de las negociaciones empiezan a rondar y los escenarios futuros no son prósperos.

De acuerdo a lo establecido en el estatuto del organismo que maneja Kristalina Giorgieva, no pagar los U$S 4.080 millones del primer vencimiento importante del crédito stand by firmado por el gobierno de Mauricio Macri (por un monto total de 44.000 millones de dólares); abriría un período de crisis entre las dos partes. Ese tiempo se extendería, hasta la determinación oficial de que Argentina ingresó en default con el FMI. Por lo tanto, el gobierno Nacional tendría tiempo hasta el 30 de septiembre para continuar el dialogo. Durante ese tiempo, el deudor tendría tiempo para cumplir o seguir negociando facilidades extendidas con la entidad y no quedaría privado de seguir recibiendo créditos ya otorgados por otras entidades.

Proceso complejo

En diálogo con LA GACETA, Gustavo Wallberg, licenciado en Economía y profesor de la UNT, opinó sobre las negociaciones que está llevando adelante el gobierno y remarcó que aunque “la probabilidad de no acordar antes del vencimiento existe”, esa posibilidad “es baja”. “Tanto el FMI como el gobierno necesitan mostrar un acuerdo, aunque el gobierno tiene más presiones. A la dirigencia del Fondo le interesa no mostrar un fracaso, pero en definitiva responden a gobiernos, y éstos no están dispuestos a avalar cualquier cosa. Menos con un gobierno como el argentino, díscolo en política internacional según los intereses de los Estados Unidos. También debe verse que la declaración de default no ocurre ante la falta de pago a la fecha de vencimiento sino un mes después. Eso amplía el margen. Y hay que considerar que tras la crisis de 2001 el FMI reformó su política de condicionalidades y ya no es tan exigente en detalles sino más bien en metas, con líneas generales de cómo alcanzarlas, si bien algunas medidas concretas se piden”, indicó.

En relación a esto, el profesional explicó que en este contexto, también deben tenerse en cuenta “las contras” que debería soportar el gobierno. “La pretensión de ampliar plazos de pagos y tener pocas exigencias sería una excepción al reglamento del Fondo. Argentina califica para stand by, pocas exigencias pero corto plazo para devolver, o para un acuerdo de facilidades extendidas, de larga devolución pero muchas exigencias. La excepción pedida requiere el apoyo de la diplomacia de los países de peso en el FMI, algo complicado. Otra contra es que el mínimo pedido por el Fondo es un plan económico, algo que el gobierno parece incapaz de proyectar. De hecho, no pudo ni presentar un proyecto de presupuesto cuyos números fueran consistentes. Y el plan requiere discusión en el Congreso, así como la Carta Intención a firmar con el Fondo, esto último por iniciativa del propio gobierno, con lo que el tiempo parece insuficiente. No es imposible, pero sí complicado”, remarcó.

Consecuencias

Wallberg afirmó que no poder renegociar la deuda con el Fondo puede desencadenar diversas consecuencias. “Una es que se activarían intereses punitorios de la deuda con el Club de París, pues la renegociación llevada a cabo vincula esa deuda con las relaciones de Argentina con el FMI”, dijo el economista. Y agregó: “Además se complica el acceso al crédito en el mercado internacional, si bien en el corto plazo ese efecto puede ser menor ya que hoy el país tiene problemas y además la política de suba de tasas de interés de la Reserva Federal de los EE.UU desviará capitales hacia ese país”.

Aunque no sea un escenario seguro, la falta de acuerdo también generaría dificultades para negociaciones económicas internacionales. “No se puede pretender buen trato por parte de países que integran una organización a la que se dejó de pagar. También habría reducción de inversiones privadas, sobre todo externas, pues un default sería una muy mala señal sobre la situación y el futuro de la economía. Y finalmente, habrá demoras en reinsertarse en el mercado de crédito, pues recuperar reputación siempre es más difícil que perderla”, detalló.

Ante ello, Wallberg sostuvo que aumentaría “la probabilidad de que se recurra a la emisión de dinero para financiar el gobierno y alimentar una llamada política de demanda agregada, que en el contexto en que se haría bien podría acelerar la inflación”.

¿Qué pasa con el dólar?

A raíz de la volatilidad experimentada por la moneda estadounidense en las primeras semanas de este 2022, el especialista destacó que sobre esto debe tenerse en cuenta “un elemento estacional”, que se vincula con la “necesidad de tener pesos en diciembre por pagos individuales de vacaciones y empresariales de medio aguinaldo, seguida de un sobrante de pesos que se pasa a dólares en enero”. “Pero, también puede pensarse en un factor de incertidumbre mayor al habitual al ver que se acercan los vencimientos de deuda y no hay arreglo. El riesgo país refleja de manera más directa tanto la visión sobre la deuda como sobre la evolución de la economía del país en general, si bien el movimiento de los títulos públicos se hace en un mercado diferente al del dólar”, concluyó.


Llueven críticas
La oposición apunta contra Guzmán

Mientras las negociaciones se dilatan, los dirigentes de la oposición suman críticas a la gestión de Alberto Fernández. En las últimas horas, los bloques de Juntos por el Cambio y Avanza Libertad acusaron al titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán, por ocultar información en relación a las condiciones y los detalles de la negociación. En esta línea, el diputado José Luis Espert le rogó al Presidente “que convoque a sesiones extraordinarias urgentes para tratar el acuerdo con el Fondo”. Por su parte, María Eugenia Vidal aseguró: “Este gobierno se está endeudando más rápido que los anteriores. El relato se terminó y no va más. Es hora que se hagan cargo”.

El ‘blue’ no deja de subir
La moneda alcanzó un nuevo récord

En el mercado informal, el dólar sumó ayer otro avance de $ 1 y cerró la rueda en $ 211 para la compra y $ 214 para la venta. Así, siguió con la senda alcista que ha estado mostrando en las últimas jornadas y volvió a superar su máximo histórico. Con esta nuevo incremento, la cotización del dólar blue amplió de nuevo la brecha respecto al tipo de cambio oficial, mostrando ahora una diferencia de más de 105% en relación al mayorista y de alrededor de 95% en comparación con el promedio minorista. El dólar oficial minorista también registró un avance y quedó a $ 109,71 en el promedio de las entidades financieras que releva el Banco Central, mientras el mayorista cerró la jornada en $ 104,31.

Biden habló de Argentina
Estados Unidos tiene poder de veto en el FMI

En medio de las negociaciones que está llevando adelante el Gobierno para reestructurar la deuda con el FMI, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció que se está dedicando tiempo al caso de Argentina y afirmó que su país no dicta lo que pasa en Sudamérica. “El problema que tenemos son las grandes dificultades para compensar los errores que cometimos en los últimos cuatro años”, precisó en una conferencia de prensa, al cumplirse un año de su gestión. Y remarcó: “Todo lo que está al sur de las fronteras de México es la parte delantera de América. Somos personas iguales, nosotros no dictamos lo que pasa en estos países, en Sudamérica, pero tenemos que trabajar muy duro en eso”.

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