Campero: “Tenemos las puertas abiertas, pero no se negocia Sánchez gobernador en 2023”

El intendente de Yerba Buena rompe el silencio y reafirma objetivos. “La política debe aprender de sus errores”, señala.

Campero: “Tenemos las puertas abiertas, pero no se negocia Sánchez gobernador en 2023”

Desde hace un tiempo, el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, ha preferido adoptar una postura silenciosa, un perfil bajo como se dice en la política, sin más exposición que la institucional. Aunque no lo admita públicamente, las internas del año pasado en Juntos por el Cambio le han dejado secuelas. Ha perdido por escaso margen contra la lista del intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro. Repasa los resultados electorales y se da cuenta que, en varios circuitos capitalinos, ha salido airoso. Pero no le alcanzó. Para noviembre, Campero puso toda la maquinaria electoral, junto con CREO, el partido que lidera el ruralista Sebastián Murga, y el ex ministro de Hacienda de la Nación, Alfonso Prat Gay, para apoyar a su socio en la interna, el ex intendente de Concepción, hoy diputado nacional Roberto Sánchez. Esa sociedad radical se mantendrá hasta 2023, según anticipó el propio Campero en una entrevista concedida a LA GACETA. Tras disfrutar de su licencia, el jefe municipal de Yerba Buena también ha reivindicado a Sánchez como el candidato natural de Juntos por el Cambio para gobernador en las elecciones que se harán en 2023.

-¿Por qué ha decidido adoptar un bajo perfil a lo largo de este tiempo?

-Tiene que ver con el cambio de roles que hemos tenido a lo largo de este tiempo, tras las elecciones. Los objetivos actuales son diferentes a los que teníamos cuando era candidato (a senador nacional por Juntos por el Cambio). Luego de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), he concentrado todo mi esfuerzo en apoyar a Roberto Sánchez. Claro está que no he descuidado lo institucional. Siempre he estado pendiente de las cuestiones vinculadas con la gestión y, junto con mi equipo, nos enfocamos en eso. Ahora, en enero, el verde está dominando el municipio y las cuadrillas han salido a cortar el césped para que la ciudad siga bella. Estamos más activos que siempre. No obstante, tampoco descuidamos el contacto con la dirigencia del interior. Ya programamos con el diputado Sánchez una recorrida por distintas localidades de la provincia. Ojo, no digo que esté participando, entre comillas, en la política; sólo acompaño al equipo de Sánchez para seguir montando el proyecto 2023.

-¿Cree que hay hipocresía en aquellos dirigentes que dicen que no hay que pensar en 2023, pero accionan con esa meta?

-De alguna manera, nosotros ya hemos trazado una línea de acción con ese objetivo. Sánchez ha dejado la intendencia para asumir en el Congreso y ese movimiento forma parte de nuestra estrategia que terminará decantándose en la candidatura de Sánchez para gobernador. No hay margen. La respuesta a 2023 ha sido el 2021, sino no hubiéramos aceptado asumir el desafío de presentarnos. Fuimos muy claros en ese sentido y hoy decimos que mantener esa línea de conducta es lo que tenemos que hacer para ganar la gobernación. Creo que estamos bien posicionados en esa carrera. Hoy eso se transforma en el desafío de construir una alternativa para Tucumán. Lo que sí me parece extremadamente hipócrita que se diga que no hay que mirar al 2023. Hay una realidad: Roberto Sánchez hizo los movimientos que todos hemos visto para buscar la gobernación en 2023.

-¿Y qué opina de las intenciones de Germán Alfaro para postularse a gobernador en 2023?

-Son válidas. Todos pueden tener intenciones de ir a internas abiertas o cerradas o, si se quiere, hasta de compartir espacios. Eso se conversará en el camino. En nuestro espacio, tenemos las puertas abiertas para todos, pero no se negocia “Sánchez gobernador”.

-Es contundente esa definición, intendente...

-Sí, pero lo que pasa es que si uno lo analiza hoy, enero de 2022, parece que falta mucho. Pero venimos diciendo esto desde antes. Con la franqueza nos fue bien y hay que seguir siendo franco. Lo que arrancamos en 2021 con Roberto fue para generar una alternativa de gobierno y seguimos trabajando en eso. Es una continuidad de aquella acción. Pero esto se forjó antes, en 2020, con CREO y con Alfonso, entre otros, y el compromiso que asumimos en aquella oportunidad no sólo ha sido por una banca en el Congreso solamente para defender a los tucumanos. También fue la idea de darle a los tucumanos una alternativa de gobierno, para todos. Esa continuidad marca una coherencia en el proyecto. Esa es la solvencia mayor que tenemos en nuestro espacio. Las puertas están abiertas para todos. Mi rol, en ese marco, es hoy poner todo el esfuerzo para construir una alternativa para Tucumán.

-¿Cree que, en Juntos por el Cambio en Tucumán hay halcones y palomas como sucede con la dirigencia nacional?

-No lo sé. Creo que en Tucumán hay una cuestión muy local, muy particular. Considero que la división ha sido más profunda dentro del oficialismo y lo hemos visto todo en las PASO. Y hoy la sobrellevan. La oposición, en tanto, tiene un par de facciones. Puede que haya algunas similitudes, pero son más locales.

-¿Cuánto pesa la interna nacional en las decisiones tucumanas del espacio opositor?

-Hay muchos que le dan trascendencia e importancia a esa cuestión. Por mi parte, soy de los que piensan que todo es mucho más local. Nuestro desafío es generar una propuesta local, que puede resultar mucho más productiva que obtener una venia nacional, que suma. Pero con Sánchez nos ganamos el respeto en la política y que nuestro proyecto va en serio, con ese objetivo de transformar la provincia.

-¿Considera que las disputas internas del Partido Justicialista pueden llegar a favorecer a los espacios opositores si se sostienen rumbo a 2023?

-Pienso que la gestión y la responsabilidad de Juan Manzur como jefe de Gabinete de la Nación y de Osvaldo Jaldo como gobernador interino llevarán a bajar más los decibeles de la interna pasada. Pero creo que a medida que nos acerquemos al proceso electoral que se avecina, las internas volverá a evidenciarse cuando haya que resolver quién será el candidato a gobernador por el Frente de Todos. Claramente Jaldo asuma como el dirigente que cuenta con margen para hacerlo por la gestión que le tocó desempeñar, tras la designación nacional de Manzur. No obstante, no creo que se viva un proceso de turbulencias durante este año, pero sí habrá estrategias para intentar definir candidaturas y que pueden llevar a internas. Sólo esperamos que, para Tucumán, no sea como las ocurridas en 2021, sino más civilizadas tanto para ellos como para nosotros. La política tucumana tiene que ir aprendiendo de los errores que se van cometiendo en los procesos electorales. Por ejemplo, hoy ha quedado en claro que los daños de las internas siguen evidenciándose. Los acuerdos que se hicieron arriba golpearon a la segunda línea de todos los espacios. En el caso de Manzur y de Jaldo, ellos han quedado bien, pero el resto quedó en off side. Por eso digo que hay que aprender de los errores y que las diferencias que pueden surgir en los dos espacios electorales mayoritarios pueden ser zanjadas de la manera más democráticamente posible por el bien de Tucumán y de la política en general, que es mal vista por los errores, y que hoy necesita de acciones positivas y de consenso por el bien público, más allá de lo personal.

-¿Qué espera para este 2022, tanto como intendente como dirigente político?

-En términos de gestión, queremos consolidarla con acciones de corto, mediano y largo plazo. Estamos propiciando un reordenamiento integral del tránsito en Yerba Buena, para brindarle mayor seguridad tanto a peatones, como a ciclistas y también a automovilistas. Nos orientamos a la mano única para las ciclovías y queremos avanzar en un plan de accesibilidad de semáforos. Estamos avanzando con la apertura de la calle Pedro Maderuelo para intentar unir la avenida Solano Vera con la Perón. En términos de política, con Roberto Sánchez seguiremos construyendo una alternativa de gobierno, recorriendo toda la provincia y consolidaremos el armado de un equipo. Queremos salir a ganar. La crítica por la crítica misma no sirve; hay que construir un plan de gestión para apuntalar la infraestructura y la producción. Con Sánchez hemos dado muestra de que somos un ejemplo de gestión y de buena convivencia. También hoy con Jaldo y ayer con Manzur, pese a ser de partidos distintos.

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