Centro de Milton Céliz, Lucas Cano se la baja a Valentín Larralde quien no puede terminar de acomodarse casi dentro del área chica. El rebote tras un rechazo lo toma Nicolás Sansotre, encara hacia el arco rival y saca un fierrazo: palo y afuera. Esa jugada, promediando el primer tiempo, terminó siendo casi una sentencia.
El primer paso como local de la versión 2022 de San Martín terminó siendo insulso porque los dirigidos por Pablo De Muner no lograron acertarle al arco rival y terminó regalando dos puntos en casa.
La propuesta que tiene en mente el entrenador no cambió para nada. Está claro que el “Santo” quiere ser protagonista en la nueva temporada y lo hace saber desde el primer minuto. Adelanta sus líneas, pone mucha gente de mitad de cancha hacia adelante y, en base a velocidad, intenta llegar con toques y rotación explotando las bandas.
Así intentó llevarse por delante a un Deportivo Morón que llegó a Tucumán con la misión clara de llevarse un punto. Replegó a sus jugadores intentando salir de contra con la solitaria referencia de Mateo Levato.
A diferencia del debut en cancha de Temperley, hace una semana, esta vez a San Martín le faltó algo de precisión de tres cuartos de cancha en adelante. Agustín Prokop y Larralde aportaron despliegue y se mostraron siempre como opción de pase, pero no estuvieron finos y en ningún momento lograron filtrar pelotas a los delanteros. Para colmo, los centros que llegaron sobre el área rival nunca lograron encontrar a Cano.
El 4-3-3 no se alteró casi nunca; incluso cuando De Muner movió el banco. El DT cambió las fichas, pero lo hizo puesto por puesto. Claro, daba la sensación que de tanto ir, el “Santo” podía encontrar lo que buscaba. Pero no.
Céliz tuvo dos chances de cabeza, pero su remate fue justo a donde estaba el arquero Bruno Galván. Y con el correr de los minutos, el nerviosismo de algunos jugadores por tratar de asegurar el primer partido en casa, terminó pasando factura.
Hubo pases erróneos que posibilitaron que el “Gallito” pudiera arrimar algo de peligro, y eso produjo impaciencia en los 300 hinchas que terminaron conspirando más aún contra la causa.
Tal vez una de las mayores virtudes que mostró San Martín fue la intensidad y la velocidad para buscar el gol hasta el último segundo.
En esta categoría, eso puede llegar a marcar diferencias. Pero debe serenarse un poco. Si logra extender en el tiempo lo mostrado a cuenta gotas durante la primera mitad, puede lograr su cometido de transformarse en protagonista.
Es sólo el arranque y tiene tiempo de pulir su juego para lograrlo.