Qué impacto puede tener en la Argentina la decisión de Rusia de invadir Ucrania

Nuestro país se encuentra "en una situación bastante compleja, porque estamos en el medio", advirtió un especialista.

Encuentro entre Alberto Fernández y Vladimir Putin a principios de este mes. Encuentro entre Alberto Fernández y Vladimir Putin a principios de este mes.

Con el ataque de Rusia a Ucrania se abre un abanico de preguntas que todavía no tienen una respuesta clara. Una de ellas: ¿cómo puede llegar a repercutir este conflicto en nuestro país?

Argentina se encuentra a 13.393 km de Ucrania y a 17.324 km de Rusia, pero vivimos en un mundo globalizado y, por eso, existen distintos planos en los que el conflicto puede llegar a repercutir en nuestro territorio.

Consultado por LA GACETA, el periodista especializado en temas de seguridad internacional y defensa, Mariano Depaula, quien colaboró con medios internacionales de España, Reino Unido y Alemania, se refirió al posible impacto local.

- ¿Cómo puede repercutir en Argentina el ataque?

- Argentina está, como nos ha pasado otras veces, en una situación bastante compleja porque estamos en el medio. Por un lado, el presidente ha hecho una gira hace poco tiempo por Rusia y China, que de alguna forma se están comportando como bloque, sin serlo en los papeles. No tanto Rusia, pero sí China es uno de los principales socios comerciales en estos momentos. La soja nuestra, en gran parte, va hacia ahí. Asimismo, con Rusia el presidente ha anunciado una serie de inversiones en materia energética. Es decir, es un bloque al cual Argentina está apuntando como principal socio comercial. Pero por otro lado, el principal financista nuestro, en este momento, por ser dueño del 40% del paquete accionario del FMI, es EEUU. Con lo cual nos hemos quedado en una situación parados en el medio.

- ¿Cuál es el desafío, en términos diplomáticos?

- Es una situación incómoda en términos de respuesta oficial a nivel diplomático. Ante la polarización que se está viviendo aceleradamente entre ambos bandos, el desafío de Argentina es complejo: por un lado se le exige que condene la acción rusa sobre Ucrania, pero al mismo tiempo eso aleja a los mayores inversores y actores del comercio internacional del país.

Históricamente, Argentina ha tenido una postura internacional que viene desde el siglo XIX, desde la guerra contra el Paraguay, una postura de neutralidad ante conflictos extranjeros. Siempre ha sostenido la no intromisión en los asuntos internos de los estados soberanos. Y siempre ha mantenido esa postura neutral. Lo hizo en la primera guerra mundial y, con matices, en la segunda también.

El problema es que ahora, a diferencia de esos dos grandes momentos de la historia, hoy con la globalización, la economía y la seguridad son interdependientes. Por eso el desafío es mucho mayor.

- ¿En qué sentido?

- Las economías, por ejemplo, en el caso de Argentina, dependen del comercio exterior con China y del financiamiento norteamericano. Si hoy el bloque occidental -para llamarlo de alguna forma- anunciara sanciones económicas del estilo de quitar a Rusia y a los que comercian con Rusia del acuerdo Swift, nosotros le vendemos soja a Mongo... No podríamos cobrarla. Ahí Argentina se vería directamente damnificada por la interdependencia que la globalización impone, no sólo en la economía nuestra sino en todos los países del mundo.

- Ante la suba de algunos precios, ¿hay posibilidades de que Argentina saque algún tipo de rédito comercial exportador?

- A corto plazo, sí. Por ejemplo, ya están subiendo las commodities. La soja está teniendo un valor histórico por encima de los 600 dólares la tonelada. Incluso hasta el punto de vista de que tenemos la potencialidad de exportar gas, que es el principal eje del conflicto económico en Ucrania. El asunto es que esto es a corto plazo. Pero si a largo plazo el mundo se dividiera en una especie de cortina económica entre el mercado de oriente y de occidente, como están amagando las potencias hacer, a corto plazo nos cambiaría el eje de la economía mundial como la conocemos. Esto no sólo le pasa a Argentina. Le pasa, por ejemplo, de una peor manera a Alemania o a países que se ven mucho más involucrados. Con lo cual, sin las sanciones económicas definidas, es difícil conceptualizar cómo efectivamente van a ser las consecuencias.  

- Entonces la clave, en estos términos, está en la respuesta que pueda anunciar occidente.

- Exactamente. Nosotros, por un lado, evidentemente el gobierno argentino tiene algún tipo de afinidad ideológica mayor, podríamos decir, con lo que sería el bloque oriental en este conflicto. Digo aparentemente, si nos guiamos por la gira del presidente Alberto Fernández el último mes. Pero hay un arma de doble filo también: Para justificar su accionar en Ucrania, Rusia usa el argumento del principio de la libre autodeterminación de los pueblos. Este es el mismo principio que usan los ingleses en Malvinas con la población kelper. Por lo cual Argentina forzosamente se ve obligada a no aceptar la intervención rusa en Ucrania ya que puede repercutir en su propia política internacional de reclamo de soberanía sobre las Malvinas.

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