La central de Chernobyl, desconectada y sin electricidad, aún genera alarma

No hay un impacto crítico sobre la seguridad, tranquilizó el Organismo Internacional de Energía Atómica. El acceso a los controles.

CHERNOBYL. La estructura sobre el “sarcófago” cubre el reactor dañado. CHERNOBYL. La estructura sobre el “sarcófago” cubre el reactor dañado. REUTERS
10 Marzo 2022

KIEV, Ucrania.- La alarma que desató el silencio desde la accidentada planta nuclear de Chernobyl fue intensa y motivó un pedido de ayuda del gobierno de Ucrania al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). La agencia supervisora nuclear de Naciones Unidas dijo que perdió contacto con la planta, dos semanas después de que fuera tomada por Rusia. Aseguró que, pese a todo, no hay un impacto crítico sobre la seguridad.

Cuando los sistemas que rastrean a distancia el material nuclear en la central, origen de la peor catástrofe nuclear civil en 1986, dejaron de transmitir, se generó una ola de preocupación ante la imposibilidad de monitorear el lugar, incluyendo los equipos de control de radiactividad.

La planta “ha quedado totalmente desconectada de la red eléctrica debido a las acciones militares de los ocupantes rusos. El lugar ya no tiene suministro eléctrico”, dijo Ukrenergo, su operador, en Facebook.

El canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, dijo que la central dispone de generadores de emergencia con capacidad de 48 horas. “Después de eso, los sistemas de enfriamiento del combustible depositado van a detenerse” advirtió Kuleba en Twitter.

La planta se cerró en 2000, pero el sitio desierto aún almacena combustible gastado de varias plantas nucleares en Ucrania. Puede haber consecuencias catastróficas si se interrumpe el suministro de energía a las bombas que mantienen frío el combustible radiactivo, dicen algunos expertos.

No obstante, según difundió el OIEA en un comunicado, “la carga térmica de la piscina de depósito de combustible usado y el volumen de agua de enfriamiento son suficientes para garantizar una evacuación eficaz de calor”.

Atrapados

La planta está en el norte de Ucrania, cerca de la frontera con Bielorrusia, unos 140 kilómetros al norte de Kiev, la capital, y fue tomada por fuerzas rusas el 24 de febrero, primer día de la invasión del país vecino.

Más de 200 técnicos y guardias están bloqueados en el lugar y llevan trabajando 13 días seguido bajo vigilancia rusa. El OIEA, que tiene su sede en Viena y es presidido por el argentino Rafael Grossi, pidió a Rusia que permita la rotación del personal porque el descanso y los horarios regulares de trabajo son cruciales para la seguridad del sitio.

Rusia tomó el control de otra planta nuclear en Ucrania: la de la ciudad de Zaporiyia, que es la más grande de Europa.

La semana pasada, la central sufrió un incendio de varias horas en medio de combates entre fuerzas de Rusia y Ucrania que tuvo en vilo a Europa hasta que fue extinguido y las autoridades anunciaron que no había habido fugas radiactivas.

El martes, el gobierno de Ucrania denunció que las tropas rusas que ocuparon la central de Zaporiyia, en el sudeste del país, estaban torturando a los trabajadores. Ayer, en Moscú, Maria Zajarova, vocera de la Cancillería rusa, dijo que su país estaba tomando las medidas necesarias para asegurar las centrales nucleares en Ucrania. “Rusia es plenamente consciente de los potenciales riesgos de las infraestructuras y está haciendo el máximo para garantizar la seguridad de las plantas nucleares”, afirmó.

Zajarova aseguró que las tropas rusas tomaron el control de algunas centrales ucranianas, como Chernobyl o Zaporiya, “exclusivamente para evitar que los nacionalistas ucranianos y otras formaciones terroristas, así como mercenarios extranjeros, pueden aprovecharse de la situación creada en el país para organizar provocaciones nucleares”.

Ayuda: un plan para reemplazar al personal de la planta nuclear

Ucrania pidió al Organismo Internacional de la Energía Atómica un plan internacional para reemplazar al personal de la planta nuclear de Chernobyl, que no ha rotado desde que Rusia inició la invasión. Los 210 técnicos y guardias trabajan en la planta desde hace 14 días, sin descanso. El regulador ucraniano añadió que el personal de la central cuenta con suministro limitado de medicamentos, alimentos y agua. (Especial)

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