“Quiero ganar la medalla de oro y dejar en lo más alto mi bandera”. Son palabras de Clara Nadal, campeona en su categoría en el Campeonato Argentino de Lucha, que se desarrolló en Misiones a fines de febrero. Esa coronación le permitió ganarse el lugar disponible para representar a Argentina en los “III Juegos Suramericanos de la Juventud” que se llevará a cabo entre el 28 de abril y el 8 de mayo en Rosario (Santa Fe). “Estoy muy contenta y orgullosa de mí misma por poder representar a mi país”, argumentó emocionada la famaillense, de 16 años, que competirá en Cadetes hasta 65 kilos en la cita sudamericana.
La principal responsable de que Nadal tenga como uno de sus deportes favoritos a la lucha libre (el otro es el rugby) fue su abuela Rosa, quien llevó a “Clarita” a los 12 años a practicarla, al igual que a algunos de sus primos. El detonante principal fue porque escuchó por la radio que los chicos que practicaban “tenían una buena disciplina y educación”, recuerda la adolescente.
Siempre para adentrarse en una disciplina, y más si no es muy popular, tiene que haber algo detrás que haga que llame la atención. Clara fue directa: “me gusta porque es un deporte de contacto. Además necesitas técnica, resistencia, fuerza, destrezas e inteligencia”, enumeró para justificar su decisión.
Ahora ya con la clasificación a los Juegos, Nadal tiene un solo y claro objetivo: “quiero ganar y traerme la medalla de oro para dejar en lo más alto mi bandera”. Pero no quiere ir más allá. “Por ahora sólo quiero enfocarme en lo que viene, que son los sudamericanos. Más adelante veremos para qué estamos”, argumenta, para bajar un poco la ansiedad. Como diría “Mostaza” Merlo: paso a paso.
“Clarita” está cursando el 4° año en la escuela Técnica N°1 de Famaillá y, a pesar de su gran proyección dentro de la disciplina, a su entender no cuenta con el apoyo del establecimiento: “la escuela en la que voy no siento que apoye a los deportistas. Me llevé materias a rendir. Solicité que me cambiaran las fechas para poder viajar al Campeonato Argentino. No quisieron. Sólo recibí como respuesta que tenía que elegir entre la lucha o la escuela, ‘porque la lucha no me iba a dar de comer’”, se descargó decepcionada. Sin embargo sigue apostando a lo suyo y cuenta con el apoyo de su familia, compañeros de escuela y entrenamiento para llegar a lo más alto.
“Agradezco a mi abuela Rosa y, a mi tío Nicolás. Son los que más se preocupan de que esté bien. A toda mi familia y al profe Santiago Ferro, que me enseña todo lo que sabe día a día”, cerró Clara, que quiere regresar con la de oro colgando de su cuello.