San Martín levantó la cabeza, recuperó su nivel y se subió a la cima

Dejó atrás la derrota en Mar del Plata con una actuación pareja y con picos de buen fútbol; así aprovechó el tropezón de Belgrano y es otra vez líder del campeonato.

Valentín Larralde Valentín Larralde

“De las derrotas hay que recuperarse rápido”. En las horas previas al duelo contra Almagro, Pablo de Muner había fijado prioridades. San Martín debía levantar cabeza del inesperado y doloroso golpazo que había sido la caída en Mar del Plata.

Sus pupilos lo entendieron y salieron a imponer condiciones desde el primer minuto, y a demostrar que la idea de ser protagonistas del torneo no se modifica por nada del mundo. Consiguió su objetivo, aunque no debió haber sufrido tanto en un partido al que pudo haberle puesto el moño mucho tiempo antes. Claro, ayer el “Santo” sufrió la falta de contundencia y de resolución en los últimos metros.

San Martín levantó la cabeza, recuperó su nivel y se subió a la cima

El primer tiempo fue prácticamente perfecto. San Martín tuvo casi posesión absoluta de la pelota, manejó el juego, generó situaciones y se puso en ventaja antes de los 25 minutos. Antes del 1-0 ya había tenido varias oportunidades para sacar ventaja y luego de haber pegado el primer golpe, mantuvo la intensidad y su idea; pero falló en el último toque y se fue al descanso con una ventaja exigua para lo que había sido del trámite.

Ese fue el gran error en un duelo en el que logró lo que quería; porque le dio a Almagro la chance de seguir en partido cuando por lo que había hecho en la primera mitad podría haber resuelto rápido el asunto.

Una de las falencias que había mostrado durante las primeras fechas del campeonato, era no lograr sostener en los complementos el nivel de las etapas iniciales. Y ayer los primeros minutos de la etapa final parecían traer a escena los mismos fantasmas. El “Tricolor” se adelantó, propuso un juego de golpe por golpe y a San Martín le costó adueñarse del balón. Errores en la precisión de los pases, y en el retroceso, generó algunos sofocones en la última línea. Pero esta vez, De Muner leyó bien la situación y movió el banco.

Los ingresos surtieron efecto. Agustín Prokop volvió a demostrar que es una carta importante para manejar pelota y a partir de su ingreso el “Santo” retomó todo lo bueno que había hecho durante el primer tiempo.

A partir de su ingreso y el de Milton Céliz (otro jugador que pinta para transformarse en una pieza clave de la estructura del entrenador), el local volvió a aplomarse en el campo y a manejar los tiempos del juego.

San Martín levantó la cabeza, recuperó su nivel y se subió a la cima

Juan Miritello, con una “joyita” de definición, sentenció la lucha cuando al juego no le quedaba casi nada y le dio al equipo la tranquilidad que el equipo necesitaba hace tiempo.

El “Santo” no sólo se recuperó de la primera derrota, jugó con aplomo, con inteligencia, volvió a sumar de a tres y se subió nuevamente a la cima. Por eso sus hinchas se fueron felices. Claro, más no pueden pedir.

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