31 Marzo 2022
AEROPUERTO BENJAMÍN MATIENZO / ARCHIVO LA GACETA
La planificación es clave para reducir costos en vacaciones. Y, a pocos meses del receso de invierno, los viajeros deberán tener en cuenta una decisión del Gobierno nacional que podría tener una fuerte incidencia en el costo de los pasajes aéreos.
El restablecimiento de las bandas tarifarias mínimas en los vuelos domésticos podría provocar un aumento del 50% en los precios de los pasajes, especialmente por parte de las denominadas low-cost.
Según la normativa dispuesta por la Nación, el 24 de junio es la fecha límite para que entre en vigencia el decreto que se publicó en el Boletín Oficial el 24 de diciembre, en el que el presidente, Alberto Fernández, instruyó al Ministerio de Transporte de la Nación a definir un nuevo esquema de precios máximos y mínimos en un plazo de 180 días.
De esta manera, consigna un informe de El Cronista, se espera que las tarifas de los vuelos de cabotaje se ajusten en la previa del receso invernal, que este año tendrá lugar entre el 18 y el 29 de julio.
El mayor impacto se produciría en los precios de los pasajes de las low-cost, que, obligadas por la disposición, deberán adecuar los valores al piso y al techo que se establezcan.
Aunque continúan las negociaciones entre representantes de las empresas y autoridades del Gobierno nacional, en el sector ya dan por descontada la reimplementación de la medida.
El próximo paso será la determinación de los valores mínimos y máximos que las aéreas podrán cobrar. Pese a que todavía no se definieron, en la industria hablan de un incremento del 50% teniendo en cuenta la diferencia de precios que existen entre las opciones de traslados que ofrecen las low-cost y las alternativas que brinda Aerolíneas Argentinas (AA), que también deberá adaptar sus tarifas, aunque el impacto le será menor.
En diciembre, el titular de AA, Pablo Ceriani, consideró que la reinstalación de las bandas tarifarias resulta beneficiosa para todo el sector, ya que "preserva las finanzas de las compañías".
Las low-cost expresaron argumentos en contra y remarcaron que, con esto, se limita la posibilidad de ofrecer vuelos a precios accesibles. Reiteraron que atenta contra la libre competencia, favorece a compañías estatales (Aerolíneas e Intercargo, prestadora de servicios de rampa) y, además, que la imposición de bandas tarifarias aumenta artificialmente los precios de los pasajes, hasta igualarlos entre los distintos operadores, en perjuicio de los usuarios.
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