Un oligarca del círculo cercano a Vladimir Putin -sancionado por Occidente- usó un entramado para ocultar su riqueza y propiedades, según reveló BBC Mundo. Estos documentos muestran cómo un tatuador suizo se convirtió en el testaferro de una empresa que transfirió más de US$ 300 millones a compañías vinculadas con Suleiman Kerimov. También muestran cómo pasaron desapercibidos US$ 700 millones en transacciones, así como propiedades de lujo. Esta investigación evidencia las fallas del sistema bancario internacional y los obstáculos que impiden aplicar las sanciones occidentales.
Kerimov apareció en febrero con otros 12 multimillonarios junto al presidente ruso, mientras los tanques rusos cruzaban a Ucrania. De origen humilde, pasó de economista en la era soviética a ser uno de los oligarcas más ricos y mejor conectados de Rusia. Hizo su fortuna comprando activos en el sector energético e importantes participaciones en bancos rusos tras la caída de la Unión Soviética. Según informes, ganó US$ 21.000 millones invirtiendo en el gigante del gas Gazprom y en Sberbank, el mayor banco estatal. En noviembre de 2006 estuvo a punto de morir en un grave accidente en Promenade des Anglais, Niza, en el sur de Francia, cuando su Ferrari Enzo -valorado en US$ 650.000- estalló en llamas.